Entrevista

Eva González: “Lo pasaría muy mal si falto un año y veo a otro presentador en mi lugar”

"La Voz" es líder en su regreso y la sevillana nos revela el secreto de este éxito de Antena 3

Eva González durante la presentación de "La Voz"
Eva González durante la presentación de "La Voz"GTRES

Apenas se han emitido dos audiciones a ciegas de la nueva edición de «La Voz» y el público ya ha dado su veredicto: más de un 19% de cuota de pantalla en cada programa. Pero ¿qué es precisamente lo que nos engancha a «La Voz»? Se lo preguntamos a Eva González, que nos contó otros cuantos secretos de esta temporada.

¿Qué tiene «La Voz» que después de 10 años sigue siendo líder?

Pienso que es un programa muy coral, tiene muchos factores y no hay uno que destaque sobre los demás. Pero, quizás uno de los más importantes, es el hecho de tener a unas estrellas por las que pagas para verlos en conciertos y sólo tienes la posibilidad de verlos allí, cantando, inaccesibles y, de repente, te sientas en el sofá de tu casa un viernes por la noche, pones la tele y esa persona está riendo, o llorando, o contando cosas de su vida… Es como que se hacen más cercanas, más familiares. Luego, evidentemente, cada año los talents son nuevos y de una calidad muy superior, podemos empatizar con sus historias y después, como espectadora, me parece muy bonito poder acompañar a alguien en la consecución de su sueño. Ver que hay una persona que persigue un objetivo y ser testigo de su lucha por alcanzarlo, cómo pasa de, yo qué sé, una enfermera que le canta a sus pacientes y va creciendo en su camino hasta subirse a un escenario y emocionar a miles de personas con su talento, y a los coaches, que ya te digo yo que este escenario que tenemos en «La Voz» impone lo suyo. Todos, los propios coaches, los artistas invitados, los talents, se ponen muy nerviosos cuando lo pisan para cantar.

Hablando de los coaches, regresa Malú y repiten Pablo López, Antonio Orozco y Luis Fonsi. ¿Es tan fácil convencerles para volver al formato?

Es complicado y fácil al mismo tiempo, porque este programa demanda mucho tiempo de grabación y no es fácil cuadrar las agendas de artistas tan importantes. «La Voz» es un gran espectáculo y es un formato que implica un gran despliegue logístico y mucho tiempo de planeación y ejecución. Evidentemente, si los coaches no tienen una verdadera voluntad de participar y no le tienen cariño a esto, sería muy difícil. Además, grabamos mucho en verano, que es cuando ellos tienen más compromisos. No sé cómo lo hacen, pero están. El otro día, por ejemplo, estábamos grabando aquí, terminamos tardísimo y Luis Fonsi se cogió un vuelo a Kazajstán, cantó allí y volvió para estar al día siguiente en otra grabación.

¿Cómo es el ambiente dentro de las grabaciones?

Este programa es, aparte de lo que podéis ver en la televisión, muy familiar, convivimos mucho, somos amigos más que compañeros, nos sentimos muy cómodos con todo el mundo. El equipo completo hacemos piña, son muchos años juntos y se crea un vínculo porque compartimos muchas emociones. Es un programa muy bonito de vivir. Si yo no vengo un año y veo a otro presentador ahí me pasaría igual que Antonio o Malú los años que no pudieron estar, lo pasaría muy mal.

¿Han encajado bien los asesores?

Sí, son geniales. con Abraham Mateo había compartido, pero no le había tratado más personalmente y me ha parecido un niño muy inteligente, muy natural, con mucho gusto musical. Tiene arte, no sabía que era así. Luego Nathy Peluso es una bomba de relojería y, a pesar de ser esa fiera que todos vemos, tiene una inteligencia y una sensibilidad muy bonita. Me está gustando mucho conocerla. Luego Lola Índigo es una maravilla, a ella sí la conocía y me parece una artistaza en todos los sentidos, se diseña su vestuario, se monta sus shows, canta, baila… ¡Yo quiero ser Lola! No se puede ser tan completa. Y me he llevado una sorpresa con Cali & El Dandee porque no sabía que, por ejemplo, Dandee es productor musical. Entonces, claro, él no tiene sólo la visión del cantante, sino que ve, además, todo el producto que puede crear alrededor, el estilo, el tipo de música, el mercado, hasta el entorno que le puede beneficiar más a esa voz que están valorando. Y todos ellos son sencillos, cercanos, divertidos. Han encajado perfecto en el equipo.

Le toca la parte más humana y ¿la más ingrata?

Un poco sí, a veces me entran ganas de gritar “¿estás sordo o qué?” y no es eso, es que seguramente yo he empatizado más con la historia del talent y tengo más ganas de que entre. Los entendidos son ellos. Pero es cierto que en la sala de familia se viven momentos muy emotivos, muy bonitos, cosas que como humanos nos tienen que tocar muy internamente, a veces son duras, otras son enternecedoras, motivadoras, alegres… cada historia es distinta, todas las vidas son diferentes, pero todos tienen un sueño en común y es muy bonito acompañarlos a conseguirlo.

¿Este año es superior en nivel de los talents?

No creo que se note un aumento en el nivel, pero sí es verdad que los castings son mucho más numerosos, es decir, hay mucha más gente que se siente motivada y animada a darle una oportunidad a su talento. Puede que sea cierto que, al haber más de dónde elegir, el filtro sea más complicado de pasar porque se tiene que seleccionar mejor. Porque los que llegan a las audiciones a ciegas, que son cerca de cien personas, son de un nivel muy top. Y de ahí vas cortando hasta quedarte con uno.

Han comenzado también las audiciones de OT. ¿Se ve ese formato como una competencia?

En España hay talento para dar y regalar. Te lo digo de verdad. Ahora tenemos con nosotros a los asesores, que son estrellas internacionales, y siempre dicen lo mismo, que el talento que encuentran aquí es impresionante. Somos unos privilegiados porque el nivel que vemos en todas las audiencias es superlativo. Así que no creo que sea una competencia, al contrario, ojalá haya más, para que todos los que persiguen su sueño de ser artistas tengan más oportunidades para ser escuchados.