Toros

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A los héroes de la temporada les vuelve a salir la cruz

Paco Ureña y David de Miranda, dos de los triunfadores de San Isidro y protagonistas de gestas de superación, han vuelto a las enfermerías. Galdós se recupera con optimismo.

Paco Ureña es trasladado por su cuadrilla a la enfermería de la Plaza de Toros de Campos Góticos
Paco Ureña es trasladado por su cuadrilla a la enfermería de la Plaza de Toros de Campos Góticoslarazon

Paco Ureña y David de Miranda, dos de los triunfadores de San Isidro y protagonistas de gestas de superación, han vuelto a las enfermerías. Galdós se recupera con optimismo.

El percance de De Miranda en la localidad soriana de Almazán nos devolvía inevitablemente al pasado. Tres fracturas vertebrales, resumidas en mayúsculas y números que nos trasladaban inmediatamente al infierno que durante meses y postrado en una cama atravesó en 2017 el onubense. Pero su apoderado Jorge Buendía manda un mensaje tranquilizador a través de este medio: «Esta nueva lesión no tiene nada que ver con la tragedia que vivimos en Toro (Zamora) en 2017». Entonces el diestro sufrió una gravísima lesión cervical de hasta cuatro vértebras al caer sobre el cuello tras ser lanzado por los aires por un astado. En cambio esta nueva lesión solo afectó a tres vértebras, de las cuales, a los médicos solo les preocupa la de la D12, ya que está rodeada de ligamentos y de ella depende la rotación de la espalda. «Los médicos se han preocupado cuando David les ha dicho que no siente dolor en la espalda. Pero mañana recibiremos los resultados de las últimas pruebas y saldremos de dudas», comenta Buendía. Si se descartan daños mayores, la recuperación podría no alargarse mucho más allá de una quincena. Aun así, su apoderado reconoce que en el momento del percance se asustaron: «Cuando le sacamos a los exteriores de la plaza estaba amarillo, casi no podía respirar. Pero en cuanto recuperó un poco el aliento se empeñó en que tenía que matar el toro. Es imperdonable que se lo permitiésemos». El diestro, ingresado en la Clínica Asepeyo de Coslada, ha firmado una temporada heroica, abriendo la Puerta Grande de Las Ventas en San Isidro y después en Nimes. Pero estos éxitos se fraguaban desde hace ya un año, cuando reapareció triunfalmente en su tierra, en Huelva, y días después en Toro, escenario del dramático percance que a punto estuvo de costarle la movilidad.

Casualmente, otro de los triunfadores de San Isidro y protagonistas de la temporada, después de otra increíble historia de superación, pasa estos últimos días visitando de nuevo a los médicos. Paco Ureña sufría el pasado viernes en la feria palentina de San Antolín una grave cogida con una trayectoria de 25 cm en el muslo derecho, pero que afortunadamente, pasó rozando los vasos sanguíneos. Volvía así a la enfermería casi un año después de su terrible percance en Albacete. El murciano recibió un derrote de un toro en el ojo mientras toreaba de capote, un incidente por el que acabaría perdiendo el globo ocular. Tras un duro invierno el torero y el hombre se reencontraban en Fallas y dos meses después con el triunfo rotundo, en Las Ventas, en San Isidro. Ureña ha salido este año a hombros de dos de las plazas más exigentes, Bilbao y Madrid, a donde, como confirmó ayer su entorno, podrá regresar en la Feria de Otoño para su mano a mano con Perera. Según los pronósticos, el de Lorca reaparecería en Nimes, aunque todavía no está descartada su presencia en Murcia o Albacete.

Pero ningún torero está libre de percance y menos cuando lo apuesta todo, como hizo Joaquín Galdós este domingo en Bayona tirándose a matar o morir al sexto y llevándose una oreja y una grave cornada de tres trayectorias de 30, 20 y 10 centímetros. Su entorno asegura que «aunque las plazas como Bayona transmiten tranquilidad, se vivieron momentos de angustia. Es casi un milagro que una herida de tal dimensión no haya tocado ningún vaso». «En tres días podría recibir el alta y está deseando volver en cuanto antes, pero todavía es pronto para hablar de fechas», añade.

Otros profesionales como el banderillero José Luis «Lipi», herido brutalmente en Colmenar Viejo o el novillero Carlos Olsina, cogido el domingo en Pedrajas (Valladolid) también se recuperan estos días de sus últimos percances.