Toros

La Rioja

Aula atípica pero vital

Diego Urdiales acoge en su aula de cultura taurina a 25 niños aficionados a la tauromaquia.

Diego Urdiales junto a su hermano y los niños del aula
Diego Urdiales junto a su hermano y los niños del aulalarazon

La Rioja acaba de aceptar a trámite una iniciativa legislativa popular -ILP- animalista a pesar de su enorme tradición taurina. Una propuesta que afecta, en gran parte, a la tauromaquia: prohibir las escuelas taurinas y la entrada a menores de 18 años a los toros. En definitiva, atentar contra el futuro de la Fiesta; demoler las ilusiones de los más jóvenes. Jóvenes, como los que acoge Diego Urdiales en su Aula de Cultura Taurina. Porque todos soñamos, sobre todo los niños. Los hay que quieren ser futbolistas; astronautas; los que aspiran a ser actores, o los que sueñan con ser toreros. Sí, toreros. Parece que esto último sea pecado, anacrónico, prohibido. Pero contra el arte, la cultura o las ilusiones no se puede luchar.

El diestro de Arnedo es consciente de la enorme tradición taurina que hay en La Rioja a pesar de que no es tierra de muchos toreros ni de grandes ganaderías, pero también es consciente de que hay que cuidarla, como al buen vino, y, por ello, Urdiales se involucró, económica y personalmente, en un proyecto que surgió en la temporada 2009/2010 de la mano del Club Taurino de la ciudad. Un curso de tauromaquia para niños aficionados a los toros. Esta iniciativa funcionó de manera muy positiva durante su primer año, pero, tras la eliminación de una pequeña ayuda económica al siguiente año, el torero local hizo frente a todos los gastos económicos. A partir de ahí, pasó a denominarse Aula de Cultura Taurina Diego Urdiales. «Los objetivos principales de la escuela son crear y mantener la afición. Un curso que estaba funcionando muy bien desde sus inicios. Yo, ante la situación de echar a perder una gran fuente de afición, le expliqué a Diego el problema que había, y él, sin pensarlo dos veces, tiró hacia delante asumiendo económicamente los gastos del aula, que actualmente lleva su nombre», señala a LA RAZÓN la coordinadora del aula, Desiree Hernández. «Los niños que están en el aula son capaces de valorar muchos aspectos de la tauromaquia. Son grandes aficionados. Nosotros queremos conseguir eso, transmitir los valores de la profesión y crear afición. Luego, si quieren ser toreros, adelante», prosigue Hernández.

«Todo el mundo es un genio. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar un árbol, pasará el resto de su vida creyendo que es un idiota». Esta frase de Albert Einstein es el lema del aula y la primera reflexión que los 25 alumnos que componen el grupo, chicos y chicas de varias localidades de la comarca, han interiorizado a la perfección. Una enseñanza que, como señala su coordinadora, está basada en valores, concretamente dos: compañerismo y respeto. Además de ello, reciben formación teórica de las diferentes suertes del toreo, conocimiento del toro, tanto en la plaza como en el campo, protocolo taurino, funcionamiento de la presidencia etc. Una cita que los alumnos tienen cada domingo por la mañana en el Arnedo Arena. «Nos lo pasamos muy bien aprendiendo de toros, sobre todo cuando toreamos de salón. Voy con muchísima ilusión a estas clases y también a todas las excursiones que hacemos. Yo no tengo valor para ser torero, pero me gustan y por eso estoy aquí», señala uno de los alumnos. Todo ello también se debe a la delicadeza de la enseñanza, al empeño de sus profesores: «hacemos las cosas lo más sencillas que se puede para que los chavales las entiendan. Ponemos muchos vídeos explicativos. Además, intentamos enseñar todo a nuestros alumnos de una manera muy tangible. Que ellos puedan vivir en primera persona todo lo que aprenden. Si les explicamos el traje de luces, les dejamos que lo toquen, que se lo pongan», comenta Desiree.

Junto a la parte teórica también está la práctica, en la que ensayan sus mejores lances con el capote o los muletazos más profundos con los que sueñan. Y lo hacen sobre el albero de la plaza, sobre la arena de la playa o sobre el asfalto de la calle, porque nos les tiembla el pulso a la hora de salir a demostrar su afición. San Sebastián, Haro, Logroño, Bilbao... son algunas de las ciudades que han visitado para promocionar la tauromaquia y, de paso, ver torear a su maestro, a Urdiales. Según nos cuenta Desiré: «Diego es el mayor referente para los chavales, es un súper héroe para ellos. Se ha convertido en su motivación para el día a día. Cuando no pueden hacer algo, ellos piensan: si Diego no era nadie y a base de esfuerzo y sacrificio ha llegado a conseguir su sueño, ¿por qué yo no? Eso les motiva muchísimo. Hay chavales que han llegado a sorprendernos, a nosotros y a los padres, con el cambio de su actitud para afrontar las cosas». Y es que las iniciativas por parte de sus directivos son infinitas. Cada año Urdiales invita a dos alumnos de su aula a vivir un día de toros con él. El único requisito que pide es tener las mejores calificaciones conseguidas a base de esfuerzo, lo que hace que los alumnos se apliquen primero en lo académico, para sacar las mejores nota, y después, en los hobbies.

«Mantener un aula de esta categoría es costoso, aunque intentamos que sea lo más económico posible, porque este tipo de escuelas son muy necesarias hoy en día. Yo creo que todos los toreros con posibilidades deberían apoyar a los más jóvenes, no podemos dejarlos escapar. La tauromaquia, para que siga viva, necesita de ellos» comenta Desiree. Aunque también, para que la tauromaquia siga viva, necesita el apoyo de todos, y en La Rioja se están viviendo momentos muy tensos con la ILP aceptada en el Parlamento. «Desde el aula se están viviendo muy mal las presiones que en este momento se están vertiendo sobre la tauromaquia. Es muy duro ver cómo en el parlamento comparan la tauromaquia con el boxeo o la pornografía». Los alumnos son conscientes del momento que están viviendo: «Se les nota mucho el sentimiento de intranquilidad por todas las prohibiciones. Saben que es un tema político, pero, aun así, siguen viviendo cada momento al máximo». Desde el aula no se van a rendir, saben que la unión hace la fuerza y que a base de lucha y sacrificio, todo se consigue. Si no, que se lo digan a Diego, ejemplo de superación ante las adversidades.