Toros

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Cayetano indulta a «Comilón» en una accidentada tarde en Baeza

El torero Cayetano Rivera indultó ayer al toro «Comilón», de Núñez del Cuvillo, en Baeza (Jaén), en una tarde lluviosa y triunfal también para Curro Díaz y Ginés Marín, pero no para el rejoneador Leonardo Hernández, que cayó lesionado tras caerse de su caballo debido al penoso estado del ruedo

Imagen de archivo
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Se lidiaron seis toros de Núñez del Cuvillo, justos de presentación y nobles en líneas generales. El sexto, de nombre «Comilón» y marcado con el número 257, fue indultado. El primero fue un toro para rejones de Fermín Bohórquez, que resultó noble.

El rejoneador Leonardo Hernández, lesionado en su primer toro, al que tuvo que despachar Curro Díaz.

Curro Díaz, que sustituía a José María Manzanares, oreja y oreja.

Cayetano Rivera, dos orejas, y dos orejas y rabo simbólicas.

Ginés Marín, que toreaba por Alejandro Talavante, dos orejas y oreja.

En la enfermería fue asistido Leonardo Hernández de «luxación en el hombro izquierdo y fuerte contusión torácica, con posible fractura costal. Pronóstico reservado». Trasladado al hospital San Juan de la Cruz de Baeza para estudio radiológico. Firma el parte el doctor Rafael Puente.

La plaza registró menos de media entrada en una tarde muy desapacible.

De manera accidentada comenzó el festejo en Baeza. Poco después del paseíllo comenzó a llover de manera intensa, lo que afectó rápidamente al ruedo, que quedó encharcado en cuestión de minutos. Por este motivo, el rejoneador Leonardo Hernández sufrió una caída cuando lidiaba al primer toro. Su equino se escurrió y el jinete pacense pasó a la enfermería doliéndose del brazo y la zona costal izquierda. Despachó al astado Curro Díaz bajo un auténtico diluvio.

Con esas condiciones tan adversas continuó la lidia a pie, con un segundo toro de tanta calidad como escasez de fuerzas. Curro Díaz, que sustituía al lesionado Manzanares, se gustó con él a media altura, lo que le valió para cortar una oreja. Otra más obtuvo del quinto, toro un punto tardo pero que también sirvió y con el que el jienense logró detalles de mucha expresión y calidad sobre la diestra.

Cayetano rayó a buen nivel tanto con el capote como con la muleta ante un tercer toro de Cuvillo de muy buena condición, al que cortó las dos orejas. Pero lo mejor llegó en el quinto, de nombre «Comilón», un astado de gran nobleza y clase (aunque su paso por el caballo fuera casi testimonial), que se ganó los honores del indulto tras una faena de mucho temple y gusto, y a más del espada madrileño.

El primero de Ginés Marín fue otro gran toro, al que el jerezano, aunque oliventino de adopción, cuajó una gran faena en todos los tercios, mostrando variedad y muy buenas formas, especialmente por el derecho. Agarró una buena estocada y cortó dos orejas. El último, en cambio, fue el más deslucido. Marín anduvo muy entregado y así logró otro apéndice más. EFE