Curro Díaz y Joselito Adame abren la puerta grande

Plaza de toros de Almería, sábado 26 de agosto.

Cuarto y último festejo de la Feria de la Virgen del Mar.

Toros de Victorino Martín.

El 1º, noble; el 2º, con casta; el 3º, con alguna complicación; el 4º, complicado; el 5º, noble pero parado en la muleta y el 6º, flojo. Curro Díaz, dos orejas y palmas; Joselito Adame, oreja y oreja; Juan del Álamo, oreja y silencio.

Al terminar el paseíllo se guardó un minuto de silencio por la muerte de Dámaso González. Media entrada.

Curro Díaz es un torero que transmite el arte en cada pase. Al primero, un negro entrepelado, lo toreó con cadencia y suavidad, mimo y temple, en series sobre ambas manos. Un toreo de otra época. Lo mató de estocada trasera y desprendida, dos orejas. El cuarto, otro negro entrepelado fue un astado que llegó a la muleta sin fijeza, sin clase y con complicaciones. La labor del torero de Linares se difuminó. Estocada caída. Joselito Adame entendió la embestida del segundo, un cárdeno bragado. Lo toreó con buen gusto en series con la derecha. Concluyó con una tanda de naturales, citando de frente, que tuvo verdad y torería. Estocada desprendida y una oreja. En el quinto, otro toro negro entrepelado, el diestro mejicano basó el toreo fundamental en la mano derecha. Con la mano izquierda sólo hubo algunos pases sueltos. Lo mató bien y cortó otra oreja. En este toro, se desmonteró después de colocar un buen par de banderillas Sergio Aguilar.

Al tercero, otro cárdeno bragado, el salmantino lo toreó en los medios con temple y buena colocación. Al natural la embestida presentaba alguna dificultad. Faena de buen nivel. Estocada y oreja. El sexto, un toro negro, llegó a la muleta sin fuerzas y el salmantino poco pudo hacer ante la condición de su oponente. Sus esfuerzos resultaron infructuosos. Mató defectuosamente y se silenció su labor.