El Juli, quince años de la alternativa del niño prodigio taurino

«¡Julián, la tarde es tuya!». Con estas escuetas palabras, José María Manzanares otorgaba, con Ortega Cano de testigo, la alternativa hace quince años a Julián López «El Juli». El toro de la ceremonia, «Endiosado» de Daniel Ruiz. Era Nimes. En plena Feria de la Vendimia. 18 de agosto de 1998. Con TVE como testigo, el imberbe joven de 15 años largos salía por la Puerta Grande tras pasear dos orejas.

Inicio soñado para un idilio con el Coliseo romano de Nimes que se ha prolongado ininterrumpidamente en estas quince temporadas. El resultado, nueve salidas a hombros por la Puerta de los Cónsules en casi una cuarenta de paseíllos, dos de ellos, en solitario. Para festejar la onomástica, el madrileño –que hasta la fecha ha indultado 17 toros y concedido 34 alternativas– apostó fuerte y actuó dos tardes consecutivas en la arena gala.

La primera de ellas, el pasado viernes, coincidiendo con la fecha en la que se cumplieron también quince años de su triunfal encerrona como novillero en Las Ventas. Luego, Madrid también vivirá dos tardes para la historia de la mano de la figura de Velilla de San Antón. En 2003, El Juli, fiel a su estilo, y echaba el órdago.

Seis toros de distintas ganaderías en la tradicional Corrida de la Prensa, donando sus honorarios a otras tantas ONG´s. Tan sólo corta una oreja a un toro de Fuente Ymbro después de una sensacional faena repleta de naturales de ensueño, pero deja una tarde madura y en figura para el recuerdo, solventada con seis espadazos. En diciembre de ese año comenzaba su relación con su actual apoderado, el también matador de toros Roberto Domínguez.

Más tarde, hace poco más de seis años, llegaría su otra Puerta Grande en Madrid, su consagración. Faena cumbre al toro «Cantájaros» de Victoriano del Río en 2007. Una de sus mejores obras. Mano baja y toreo templado que rindió con unanimidad Madrid a sus pies. Imágenes que imborrables que no pueden faltar en ese caleidoscopio de fotografías que ilustran su carrera a la cima del toreo.

Entre ellas, seguro, tampoco faltaría el indulto en La México de «Feligrés», animal con el hierro de La Venta del Refugio y que, hoy, da nombre a su finca. Gracias a este trasteo, Julián puso en órbita su carrera el 3 de Agosto de 1997. Todo un hito, pues fue el primer novillero español en indultar un novillo en el país azteca. Luego, llegarían otras trece salidas más a hombros en el coso de Insurgentes, la última este mismo año. Idéntica cifra, 12+1, descerrajó hasta la fecha el pórtico de la plaza de Bogotá en Colombia.

A este lado del Atlántico, la hoy durmiente Monumental de Barcelona ostenta el liderato con 19 Puertas Grandes, entre ellas, la cosechada en el penúltimo festejo del coso hace dos temporadas. En esta temporada, los triunfos volvieron a ser denominador común de su temporada, más selecta en apariciones pero con tardes de mayor peso en el calendario taurino. Ausente en Madrid, como el año anterior, su regreso a Sevilla tras la polémica de los derechos de imagen convirtió a La Maestranza en su gran objetivo de la temporada.

Así, en una tarde a cara de perro en la que se fue a portagayola en sus dos toros, El Juli reventaba el Domingo de Resurrección y prácticamente la temporada, petición de rabo incluida para una de sus faenas, con su salida por la Puerta del Príncipe, tercera de su carrera. Días más tarde, el mismo escenario le traía la hiel con una cornada gravísima que le tuvo más de un mes alejado de los ruedos. Una vez más, El Juli volvió por sus fueros para dar forma a una temporada en la que acumula 37 paseíllos -para sumar un total que sobrepasa las 1.400 corridas de toros- con 53 orejas y un rabo en ese mismo esportón que ya sobrepasa las 750 Puertas Grandes y los casi tres mil toros lidiados. Cifras para una leyenda con 15 años de alternativa. Que lleguen muchos más.