Premios

Fallece el crítico taurino catalán Antonio Santainés

A los 85 años, el cronista no pudo superar unas complicaciones renales

Fallece el crítico taurino catalán Antonio Santainés
Fallece el crítico taurino catalán Antonio Santainéslarazon

Antonio Santainés Cirés, decano de los críticos taurinos catalanes, falleció ayer en la Clínica del Pilar de Barcelona a los 85 años, según informó en las últimas horas la Asociación de Críticos e Informadores Taurinos de Cataluña, que manifestó su pesar por la desaparición del cronista taurino, que no pudo superar unas complicaciones renales. A pesar de sufrir diabetes desde hace varios años, pudo desarrollar su labor hasta bien entrada la temporada de 2012, coincidiendo el ocaso de su carrera con el cerrojazo del Parlamento de Cataluña a las corridas de toros en La Monumental de Barcelona de ese mismo año.

Santainés, que empezó su actividad como crítico a mediados de los años 50 en Radio Cataluña, también trabajó en Radio Juventud y en la cadena SER, de la que fue, durante treinta años, corresponsal del programa «Los toros», que dirige Manuel Molés. Éste precisamente le presentaba siempre como «el profesor» tanto por sus conocimientos taurinos como por su dedicación profesional a la enseñanza en la Escuela de Ciencias Empresariales de Barcelona. Además, el veterano cronista también colaboró con publicaciones como el Diario de Barcelona, Avui, ABC y la revista Aplausos.

Asimismo, de su afilada pluma salieron varios libros entre los que destaca la que está considerado como la mejor biografía de la gran figura del toreo Domingo Ortega, «Los toros en Cataluña» y «La Dinastía de los Bienvenida». Más recientemente, su último trabajo fue presentado este mismo año. Santainés escribió el prólogo del libro «La Monumental de Barcelona. De Chamaco a El Cordobés», escrito por José Luis Cantos.

El sepelio tendrá lugar esta mañana a partir de las once y media en el Tanatorio de Les Corts de Barcelona, la misma ciudad en la que desarrolló la práctica totalidad de su prolífica producción. Dos años después que el aliento del coso de la Ciudad Condal, también se apaga el aliento de uno de sus grandes cronistas.