Toros

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Héroes bajo la lluvia y el viento

María del Mar Santos resultó cogida; Juanito, Toñete y Marcos logran un trofeo en la primera de Olivenza

María del Mar Santos siendo cogida por uno de los novillos
María del Mar Santos siendo cogida por uno de los novilloslarazon

Olivenza (Badajoz). Primera de feria. Se lidiaron novillos de El Freixo (propiedad de El Juli). 1º, complicado; 2º, de buen juego; 3º, rajadito y desentendido; 4º, noble; 5º; humilla mucho pero le falta largura en el viaje; 6º, noble y a menos. Media entrada.

María del Mar Santos, de nazareno y azabache, estocada en la que resultó cogida (silencio).

Juanito, de azul y oro, dos pinchazos, estocada, aviso (oreja)

Alfonso Cadaval, de azul y oro, pinchazo, estocada (saludos).

Toñete, de burdeos y oro, estocada desprendida (oreja).

Marcos, de azul cielo y plata, estocada (oreja).

Alejandro Adame, de fucsia y oro, estocada defectuosa, cuatro pinchazos (silencio).

Parte médico María del Mar Santos: ‘contusión en el muslo derecho con pequeña escoriación, dolor en la pala ilíaca derecha y en el sacro, contusión fronto-temporal derecha y una escoriación en el lado derecho del cuello, trasladada al Hospital Infanta Cristina para completar estudio radiológico’

El viento desmontaba la ilusión del lucimiento antes de que el primero asomara por toriles y multiplicaba la dimensión del miedo, que ya de por sí es gigante cuando esperan seis en toriles. El primero de los primeros. El novillo que inauguraba la 28 edición de la Feria de Olivenza y esta vez bajo la lluvia. Fue para María del Mar Santos el papel inicial ante un novillo de El Freixo, propiedad de El Juli, que es baja para esta feria tras la cornada que sufrió en Colombia, y no se lo puso fácil. Apretó el novillo sin querer humillar y la labor nos tuvo en vilo de principio a fin. Desde que se resbaló y cayó a la arena, así como la faena de muleta en la que no volvió la cara a pesar de las dificultades, que las hubo y muchas. Pero el susto supremo vino después. Y de qué manera. Cuando se perfiló en la suerte suprema. En corto y tan por derecho que ahí no hubo resolución de conflicto más que la cogida de la torera por el pecho. Espectacular. Intenso el miedo. Le dejó el novillo desmadejada sobre la arena y se la llevaron a la enfermería con el cuerpo maltrecho, el suyo, y revuelto el nuestro.

Imagen de Toñete

Juanito sufrió la zancadilla del segundo novillo y él mismo se hizo el quite nada más salir. Así comenzábamos. De locos la tarde. Todo lo dio el novillero ante un novillo de buen juego. Todo. Sin fisuras. Con verdad. De rodillas el prólogo, de buen embroque después los muletazos. Quiso hacer tres faenas en una, porque sólo una era su oportunidad y dejó ganas de volver a verle.

Alfonso Cadaval anduvo firmísimo con un tercero, rajadito y que salía desentendido. Dejó muestras el novillero de su buen concepto, como Toñete que firmó una labor basada en la quietud y muy medido en los tiempos. No renunció a la verticalidad ni a la armonía ante un novillo noble pero falto de ritmo.

Imagen de Marcos

Diluviaba cuando Marcos brindó al cielo. Al abuelo perdido hace tan poco: Domingo Hernández, el ganadero de Garcigrande. Se dispuso después al pase cambiado. Tarde tan desapacible. Tan grandes todos y cada uno de ellos para afrontar el festejo y defenderlo. Humilló el novillo de El FreixoY pero le costó después empujar en el engaño y tendía a quedarse por abajo. Muy valiente y firme Marcos en toda su faena.

A portagayola se fue el pequeño, y tercero, de los Adame, de nombre Alejandro, que debutaba con caballos. Y allí estaban sus dos hermanos para arroparle. Aunque la soledad del ruedo es tremebunda. Se le vio tranquilo, asentado, esperando el viaje del toro, noble pero a menos. Muy sólido Adame para estar en los comienzos. Falló la espada. Todos defendieron una tarde llena de argumentos que fue, en esencia, heroica por el desafío de ese viento. De esa lluvia. Con lo que pesa todo. Y mundo se debe hacer en los comienzos.