José Mauricio y Mario Aguilar, a oreja por coleta en Insurgentes

Los matadores de toros mexicanos José Mauricio y Mario Aguilar cortaron ayer una oreja cada uno en la decimoctava corrida de la Temporada Grande de México. Mauricio se enfrentó a un primer ejemplar con poca fuerza pero con calidad y nobleza al que supo cuidar y aprovechar las cualidades. El segundo de su lote se descoordinó de salida y, tras la imposibilidad de lucimiento, decidió regalar el sobrero, al que le cortó la oreja como premio a una faena personal y clásica rematada con una buena estocada.

Por su parte, Mario Aguilar cortó una oreja a un encastado toro de Barralva, con movilidad y transmisión, que exigió la entrega y firmeza del mexicano. A pesar del viento, el torero consiguió pasajes de calidad. En su segundo, realizó una faena basada principalmente en su mano derecha, de la que destacaron series templadas.

Finalmente, Leonardo Hernández perdió los trofeos por fallar con el rejón de muerte. Dejó una faena de calidad ante un primer un astado que pronto se vino abajo y, en el cuarto, dejó buenos pares de banderillas a lomos de Xarope a Travieso. Lástima de nuevo el rejón final.

Monumental Plaza México (México). Se lidiaron toros de Barralva, el 7º como sobrero de regalo. Leonardo Hernández, silencio en ambos; José Mauricio, saludos en ambos y oreja, en el de regalo; Mario Aguilar, oreja y palmas. Menos de un cuarto de entrada.

También en México, concretamente en Guadalajara. Se lidiaron toros de Los Encinos. Pablo Hermoso de Mendoza, palmas y oreja; Fermín Spínola; palmas y oreja con petición de la segunda; y El Payo, oreja y silencio tras aviso. Casi lleno.

Asimismo, en Autlán de la Grana (México). Se lidiaron toros de Carranco. El Pana, silencio y dos vueltas al ruedo; Morante de la Puebla, palmas y oreja; y Alejandro Amaya, palmas en ambos. Casi lleno.

Por otra parte, en Mérida (Venezuela). Se lidiaron toros de Santa Fe, el 4º, de nombre «Paprika», con el número 41 y con 440 kilos, resultó indultado. Juan Bautista, ovación y dos orejas simbólicas en el indulto; Iván Fandiño, dos orejas y silencio; El Califa de Aragua, dos orejas y ovación.