Petro recibe la notificación para la vuelta de los toros a Bogotá

El alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, ha recibido esta mañana la notificación judicial por parte de la Corte Constitucional para el regreso de los toros a la capital colombiana, de modo que este jueves comienza un plazo de seis meses para que el regidor cumpla la sentencia.

La Corte Constitucional de Colombia ordenó el pasado 2 de septiembre la vuelta de las corridas de toros a la plaza La Santamaría de Bogotá, prohibidas desde junio de 2012 por el alcalde de la ciudad, Gustavo Petro. El tribunal falló a favor de la Corporación Taurina, empresa gestora del coso. Con ponencia del magistrado Mauricio González, la Corte encontró «que no existe una norma legal que imponga la prohibición general de los espectáculos taurinos».

«Esta resolución no es un triunfo de una empresa, ni de un torero, es un triunfo de la justicia, un triunfo de la libertad, por ello pedimos a Petro respeto para que se doblegue a la máxima y última instancia de los tribunales del país», comentó Felipe Negret, representante de Corporación Taurina, tras hacerse público el fallo.

Petro acató la sentencia. Sin embargo, no tomó ningún tipo de medida y declaró posteriormente que tras dos años sin actividad taurina, La Santamaría tenía «daños estructurales en el inmueble, por lo que no puede albergar ningún tipo de espectáculo». Otra mentira más del regidor bogotano, pues se han celebrado desde 2012: un recital de poesía con niños y sus familias, un concierto de la opera de Carmen, y la instalación de pantallas gigantes para que las barras bravas del equipo Santa Fé vieran un partido, una pista de hielo y una piscina en la que se realizó un show de «clavados artísticos».

Recientemente, hace dos días para ser exacto, el alcalde recibió un nuevo revés legal. El Consejo de Bogotá rechazó por ocho votos a cuatro el proyecto que habían presentado Petro y su secretaria de Cultura, Clarisa Ruiz, por el que ya están denunciados penal y disciplinariamente. El regidor pretendía cambiar el uso legal de la plaza de toros de La Santamaría para dejar fuera la celebración de festejos taurinos. Empieza la cuenta atrás.