Ponce y Mora, por la puerta grande

Con tres cuartos de entrada se celebró el segundo festejo del abono almeriense. Dos toros de Luis Terrón (1º y 4º) para rejones y cuatro de Daniel Ruiz para lidia ordinaria, desiguales de juego y presentación y faltos de fuerza. Lo mejor de la tarde lo hizo Enrique Ponce, que se impuso a sus oponentes con inteligencia y técnica, lo que le permitió lograr faenas que tuvieron profundidad, elegancia y torería. El valenciano podría haber conseguido más trofeos, ya que su toreo llegó mucho al tendido, pero falló con la espada en ambos toros en el primer intento. En el quinto hay que destacar su tesón y voluntad para componer un trasteo firme y pulcro.

David Mora también acompañó a su compañero en la salida a hombros. El madrileño, que sustituyó a Roca Rey, construyó dos faenas que tuvieron indudable mérito, ya que tuvo que luchar contra la falta de clase de sus adversarios. Al tercero le instrumentó tandas que tuvieron contenido y ligazón. En el sexto su principal mérito fue la colocación para aprovechar las escasas embestidas. Ejecutó la suerte suprema en sus dos toros con decisión, consiguiendo dos buenas estocadas.

Pablo Hermosode Mendoza estuvo voluntarioso y destacó sobre todo en el tercio de banderillas, pero falló con el rejón de muerte, lo que le impidió lograr el triunfo y abrir la puerta grande.