Badajoz
Talavante, profesor ante ocho mil personas en Pamplona
El extremeño apadrinó «Toros en familia» y enseñó las suertes del toreo a decenas de niños navarros
El torero extremeño Alejandro Talavante participó este mediodía en Pamplona en un acto de promoción de la fiesta de los toros entre los más jóvenes en el ruedo de la plaza navarra, cuyos tendidos se poblaron por unas ocho mil personas y su ruedo de decenas de niños y jóvenes, que atendieron a las explicaciones del diestro pacense para después torear también ellos de salón.
En el acto, denominado «Toros en familia» y organizado por la Casa de Misericordia, Talavante mostró a niños de las más variadas edades, dispuestos todos de capotes y muletas, las distintas suertes del toreo de forma distendida y amable, en presencia de varios millares de personas que accedieron de manera gratuita a los tendidos. Como sucede con los mayores, «Toros en familia» se abrió con un encierro infantil, simulado con carretones.
«Lo primero que debéis hacer -dijo Talavante a los niños, antes de comenzar las lecciones- es respetar al toro, es un animal único que no huye nunca de la pelea sino que siempre combate, por eso hay que tenerle una gran admiración: por su sacrificio para que exista esta Fiesta, comentó el torero, que actuará mañana en este mismo albero junto a Finito de Córdoba y El Juli ante reses de Garcigrande, divisa debutante en Pamplona.
Visiblemente feliz, el diestro relató a los chavales sus experiencias infantiles como aficionado a los toros, para después enseñarles a coger los trastos y mostrarles todos los tipos de pases a lo largo de una faena ideal, en la que incluso echó las rodillas a tierra. Al final de la misma, el torero regaló uno de sus capotes de brega a un niño de nueve años, Tomás, que mostró buenas aptitudes para el toreo y provocó los mayores olés en el tendido al instrumentar los pases de salón.
Talavante se mostró satisfecho e impactado por «la increíble admiración» que le mostraron los pequeños, «tanta que nos obliga a los toreros a volcarnos con ellos, porque representan el futuro» para el mundo del toro. «Actos como éste, tan bien organizados y tan entrañables, tienen efectos a largo plazo, porque, cuando estos niños sean mayores, tendrán información y garantías para asumir y elegir con naturalidad su afición a los toros», consideró el torero de Badajoz.
Como colofón a una emotiva mañana, la novillera mexicana Paola San Román, vestida a la usanza charra, lidió un becerro de la ganadería navarra de Hermanas Azcona, hierro al que pertenecía también el que lidiaron dos aficionados prácticos de Pamplona que ejercieron de «padres» en una multitudinaria fiesta para niños.
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