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Ronda

Un Premio Nobel para romper el mal fario

Los tendidos se llenaron un año más de numerosos personajes de la Cultura y el mundo del toro

Mario Vargas Llosa no se perdió la cita
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Morante se quiso aliar con los hados. Se plantó a las puertas del Olimpo de las Letras y le propuso el reto a uno de sus colosos. A todo un Premio Nobel. Ronda quiso rendir pleitesía en esta Feria de Pedro Romero a Mario Vargas Llosa. De homenaje en homenaje todo el fin de semana. Sabedor, Morante hizo el guiño y le invitó a ser su hombre de confianza en el sorteo. Un honor y un reto, romper el tan traído mal fario del genio de La Puebla en los apartados. El escritor peruano aceptó, sacó la bolita del sombrero y escogió el lote para Morante en la LVIII Corrida Goyesca. No rompió el maleficio en el que rompió plaza. Ni un pase tuvo. Pero bendita mano en el cuarto. Buen toro, a más, y una faena de best-seller en las manos de Morante.

Aunque la figura de Vargas Llosa eclipsó por completo al resto de VIPs y sigue la inercia a la baja de los últimos septiembres, Ronda volvió a ser pasarela de rostros conocidos. El artista Mikel Urmeneta se dejó ver en la entrada a la plaza. Como María Ángeles Grajal. Un año más, los toreros llegaron en calesa al patio de cuadrillas desde el hotel. Tradicional paseo que despierta el interés de las multitudes. Muchas tardes ha trazado ese recorrido Francisco Rivera Ordóñez, en el callejón, como empresario y organizador de la Goyesca. El legado de su abuelo Antonio Órdóñez.

Tampoco faltaron otros rostros conocidos del toro como Palomo Linares, que se dejó ver antes de comer por la exposición de la que es cabeza de cartel. Ganaderos como Juan Pedro Domecq y Álvaro Domecq también presenciaron el festejo como el ex director ciclista y ex directivo del Racing de Santander, Manolo Sáiz, y el periodista y sempiterno enamorado de Ronda, Jesús Quintero.