Toros

Toros

Una oreja para el toreo que no cesa

El murciano corta un trofeo y sigue de triunfos, mientras que Ferrera y Juli se fueron de vacío con complicados lotes de Parladé

El de Lorca da un derechazo, ayer, en su primera tarde en Colmenar Viejo
El de Lorca da un derechazo, ayer, en su primera tarde en Colmenar Viejolarazon

Tras la despedida de El Cid de Colmenar y con el permiso de la climatología, daba comienzo el primer cartelazo de la Feria con la que Zúñiga se estrena en el coso madrileño. Salió galopando con intensidad el primer Parladé, tanto que acabaría clavando los pitones en la muleta. Tras un espectacular tercio de banderillas protagonizado por Fernando Sánchez y Javier Valdeoro, que a punto estuvo de ser alcanzado, ambos fueron obligados a saludar. Con decisión se colocó Ferrera de rodillas, y consiguió una gran serie rematada con gran torería. Después, pidió silencio a la banda para comenzar su obra, primero por la izquierda y luego con la diestra, por donde el toro se quedaba más corto. Lo intentó algo más con la zurda pero no se alargó con un astado que se acabó rajando. Mató de metisaca. A punto estuvo el cuarto de derribar al caballo, una condición enérgica que no siguió desarrollando en la muleta. Antonio Ferrera se esmeró con él, intentando poderle pase a pase, por ambos pitones. Pero “Risueño”, no quiso colaborar en ningún momento y además se defendió durante la ejecución de la suerte suprema, dónde Ferrera tuvo que tirar de habilidad.

Saludó por majestuosas verónicas El Juli al segundo, que perdía las manos. Tras pasar sin pena ni gloria por el caballo, “Pretencioso” se encontró a Julián a pies juntos, compás cerrado y con la muleta en la izquierda. Pero al toro le faltó transmisión y terminaba cabeceando. Se desentendía el animal al final de cada muletazo sin poder El Juli ligarlos. Discreta fue su actuación con un quinto que le dio nulas opciones de lucimiento. Aún así y tras una gran brega en banderillas de uno de sus subalternos, lo intentó de todas las maneras hasta que se cuadró para matar de estocada casi entera.

Con templadas y medidas verónicas tiró Ureña del bravo tercero, antes de quitar por gaoneras. Se dobló con él el murciano, que llegaba inspirado por su histórica tarde en Bilbao. Los fríos primeros compases dieron paso a una tanda con la derecha en la que Ureña cogió el ritmo a las embestidas de su oponente. Por ese pitón humilló “Urón”, que acabaría acortando sus acometidas, aunque una más por la izquierda le sacaría el diestro. Lo mejor para el final. Cuando caían las primeras gotas parecía que no habría nada capaz de levantar la tarde, pero Ureña, el de siempre, se resistió a ello. Se impuso a un animal que no mostró grandes condiciones en varas ni banderillas, exigiéndole y exponiéndose. Consiguió provocar sus embestidas al natural con un gran sentido del temple y en redondo, encontrando la gratificación de los tendidos, con los paraguas ya extendidos. Pero la verdad del murciano fue lo que más caló en ellos, sin descargar la suerte en ningún momento, gustándose con pases mirando hacia el tendido. El toro era suyo, él lo había fraguado con largos derechazos después y lo disfrutaba al final con una última tanda al natural. Dejándose llevar, olvidándose de su cuerpo. Una aclamada oreja fue el premio para Ureña, que sigue de triunfos.

Colmenar Viejo (Madrid). Cuarta de la Feria de la Virgen de Los Remedios. Toros de Parladé. El 1°, rajado; el 2°, le faltó transmisión, va y viene; el 3°, repite pero sin clase, el 4°, justo de fuerza; el 5° complicado; el 6°, persiguió la muleta con codicia. Tres cuartos de entrada.

Antonio Ferrera, de azul rey y oro, metisaca (silencio); estocada, tres descabellos (silencio).

El Juli, de malva y oro, pinchazo, casi entera (silencio); estocada tendida (silencio)

Paco Ureña, de blanco y oro, estocada tendida (saludos); pinchazo, entera (oreja).