Finanzas
Cómo afecta la inflación a nuestras inversiones
Rand prevé un crédito más caro y menos accesible en los próximos 24 meses
Los bancos centrales han dado un respiro en sus últimas reuniones y han mantenido el precio del dinero invariado. No obstante, las altas tasas de inflación, que se prevén elevadas hasta el fin de la guerra en Ucrania, auguran que solo se trata de un paréntesis temporal, y que habrá nuevas subidas de los tipos de interés para tratar de frenar el alza de los precios. Una situación que dibuja un panorama en el que los nuevos préstamos serán más caros y menos accesibles durante los próximos 24 meses y en el que los instrumentos para canalizar el ahorro y la inversión se verán afectados. Así lo prevé el informe «¿Cómo impacta el entorno microeconómico y macroeconómico actual en nuestros ahorros y patrimonio?», elaborado por Rand, una FinTech especializada en promover la cultura del ahorro y el patrimonio a medio y largo plazo.
Desde Rand, prevén que el español promedio tendrá más cuidado con su dinero y evitará, por ejemplo, solicitar préstamos cuyas cuotas supondrían una parte elevada de su base de ingresos. «Lo más aconsejable es asegurarnos de disponer siempre de dinero suficiente para pagar las cuotas del préstamo, antes de solicitarlo (y no por expectativas de generación de flujos de caja futuras que podrían no cumplirse)», recomiendan.
La inflación puede ser buena para nuestros ahorros, pero el informe advierte de que se debe tener en cuenta el tipo de interés real. «En épocas de inflación elevada, ahorrar y no invertir nos llevaría a perder poder adquisitivo, lo que significa que con el dinero que tenemos en cuenta corriente no se podrá comprar la misma cantidad de productos», señala el análisis.
Por este motivo, la inflación supone un reto para los inversores y gestores profesionales, ya que tiene efectos importantes sobre los diferentes vehículos de inversión. Así, el aumento general de los precios de los bienes y servicios puede repercutir en los beneficios de las empresas cotizadas, afectando al valor de sus títulos en el mercado. El incremento del IPC también afecta tanto a los instrumentos con cupón fijo como variable. Por ejemplo, al vencimiento de un bono, la cantidad recibida será la misma, pero el poder adquisitivo de esa cantidad se reducirá. En este caso, lo ideal es que el tipo de interés del bono adquirido supere cada año a la inflación, generando una plusvalía sobre la diferencia y mantener un margen de seguridad ante picos de inflación.
En cuanto al sector inmobiliario, el favorito por excelencia de los españoles como activo de inversión y refugio de valor, Rand lo considera como instrumento «híbrido», ya que, aunque su valor depende del ciclo económico, para adquirirlo, la mayoría de ciudadanos solicita préstamos hipotecarios y, por tanto, la rentabilidad esperada del inmueble debería superar a la inflación para que tenga sentido.
Asimismo, la inflación puede hacer que las inversiones asociadas a planes de pensiones o seguros sean menos rentables y que, cuando llegue el momento de la jubilación, es posible que la cantidad atesorada no se ajuste a la tasa de inflación, por lo que el poder adquisitivo también podría podría verse reducido.
Por todo ello, desde Rand aconsejan tener una formación financiera que ayude a proteger nuestras inversiones en momento de inflación o contar con la ayuda de un asesor financiero autorizado.
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