Datos: la clave de bóveda de la Inteligencia Artificial

La piedra que sostiene la estructura de la inteligencia artificial (IA) son los datos. Datos de calidad, ordenados, bien gestionados, protegidos y en grandes cantidades. Su potencial, en la mayoría de los casos, está por explotar. Pero es cuestión de tiempo. Quienes antes consideren la captura, almacenamiento, análisis y uso de los datos como una cuestión estratégica para su negocio, antes estarán listos para dar el gran salto a la IA y aprovechar su potencial.

El sector servicios tiene, hoy por hoy, margen de mejora. La resistencia al cambio, la falta de habilidades digitales o la transformación pendiente de los procesos tecnológicos «core» son problemas comunes en la mayoría de las industrias, donde sigue siendo necesario un proceso de revisión de la calidad del dato para lograr su explotación inteligente.

La buena noticia es que los datos, «el nuevo petróleo» de la era digital, se generan de manera ingente en el sector servicios. Sus empresas disponen de información valiosa sobre el rendimiento, las áreas de mejora o las tendencias que, bien aprovechada, multiplica sus resultados. De forma exponencial, cuando incorporan en la ecuación su migración a la nube.

El «cloud» hace posible el procesamiento de grandes volúmenes de datos en tiempo real. Eso se traduce en una mayor capacidad para analizar las preferencias y comportamientos de los clientes, para personalizar los servicios, para aumentar su satisfacción y, por consiguiente, para fidelizarlos.

La nube ofrece también capacidad de almacenamiento a demanda y, por tanto, permite a las empresas ajustar su capacidad según sus necesidades, incluso expandirse a nuevos mercados. Asimismo, su accesibilidad en todo momento y lugar facilita la movilidad y la colaboración entre distintos equipos, mientras que las medidas de seguridad avanzadas de los proveedores de servicios en «cloud» suman una ventaja más a un proceso de transformación digital que está ayudando a las empresas a ser más eficaces y productivas.

«El dato y la migración a la nube ofrecen un potencial significativo para el sector servicios, desde la optimización de procesos hasta la innovación, la escalabilidad y la seguridad. Aprovechar estos recursos puede ayudar a las organizaciones a ser más eficientes, competitivas y ágiles en un entorno empresarial cada vez más digital», sostiene José Luis Ramos, director de la Unidad de Negocio de Servicios de Minsait, compañía tecnológica de Indra.

El potencial es mayor en las áreas de actividad más rezagadas, como el sector agrícola, el de la construcción o la industria manufacturera tradicional, donde el acceso limitado a datos en tiempo real dificulta la entrega de proyectos a tiempo, el uso eficiente de recursos como el agua o la optimización de la cadena de suministro.

[[H3:La experiencia «inteligente»]]

Sin embargo, ya existen avances significativos, como la telemetría y los sistemas de riego inteligentes en la agricultura de precisión o el modelado de información de construcción –BIM, por sus siglas en inglés–. En Minsait trabajan en estos y otros desarrollos tecnológicos para que las empresas den el salto de calidad del dato y estén en disposición de aprovechar las posibilidades que la inteligencia artificial generativa ofrece al sector servicios.

A las compañías de marketing, por ejemplo, la IA generativa les permite ofrecer un contenido personalizado, con recomendaciones de productos adaptados a las preferencias y necesidades específicas de cada cliente que, como resultado, aumentan su satisfacción y su fidelidad a la marca.

El diseño de logotipos, de prendas de vestir o de planos arquitectónicos únicos agiliza el proceso creativo y ofrece a los profesionales implicados un punto de partida con el que comenzar a trabajar, ahorrando tiempo y esfuerzo en la fase de generación de ideas.

Mientras, la IA generativa aplicada al sector manufacturero está haciendo posible la creación de artículos más eficientes y de mejor calidad. Además, identifica eventuales fallos en la producción y mejora los procesos de fabricación.

Los asistentes virtuales y chatbots son más sofisticados y conversacionales gracias a la nueva generación de IA. Así, pueden responder a consultas frecuentes, proporcionan recomendaciones y resuelven problemas, soluciones que llevan aparejadas una mejora de la experiencia del cliente, una reducción de los costes y una reasignación de tareas con mayor valor añadido para los profesionales.

También en el capítulo multimedia, la capacidad de la IA generativa para crear ilustraciones personalizadas, composiciones musicales o videos promocionales resulta de gran utilidad para cumplir con las exigencias de calidad de la industria del entretenimiento y la publicidad.

Las posibilidades que ofrece al sector servicios son muy diversas, pero «la inteligencia artificial generativa también plantea desafíos legales, como la propiedad intelectual y la responsabilidad sobre los contenidos generados. Es fundamental utilizarla de manera responsable, garantizando la transparencia y el respeto por los derechos de autor y la privacidad de los usuarios», sostiene el director de la Unidad de Negocio de Servicios de Minsait.

Será así, extremando el compromiso ético y mejorando los datos, como las empresas podrán entrar con garantías en la nueva era de la transformación digital y el conocimiento.