Inmobiliario

La vivienda resiste y encara el año con subidas del en torno al 3%

Los expertos apuntan a que la bajada del euríbor podría favorecer la actividad del sector inmobiliario

La demanda de vivienda continuará siendo superior a la oferta
La demanda de vivienda continuará siendo superior a la ofertaDavid JarLa Razón

El mercado residencial de la vivienda acaba de cerrar un año marcado por las subidas en los tipos de interés y el encarecimiento de la financiación, unas circunstancias que han tenido un impacto en el número de las compraventas y de hipotecas suscritas. Por este motivo, Servihabitat Trends, la plataforma de investigación y análisis del sector impulsada desde el asset manager, pronostica un descenso global de las operaciones en el conjunto del 2023 en torno al 10%, hasta la 600.000 transacciones. No obstante, advierte de que el dato está condicionado por las cifras récord alcanzada en 2022, cuando la bolsa de ahorro y de recursos disponibles por las familias permitió que se rebasará la barrera de las 700.0000 transacciones. «Ante estos datos, estaríamos más bien frente un leve ajuste de mercado que nos situaría de nuevo en las cifras de niveles más habituales a los promedios del sector, por lo que podemos concluir que el mercado residencial ha resistido a este 2023», señala Borja Goday, CEO de Servihabitat.

En este contexto, se espera que la demanda continúe mostrándose sólida y dinámica para 2024. Ello, sumado a un mercado laboral fuerte, apunta a que las compraventas lleguen a alcanzar un repunte de cerca del 5% a cierre de este ejercicio recién iniciado.

Por segmentos, el mayor ajuste a la normalización se estima en el mercado de segunda mano, mientras que el de vivienda nueva se moverá en los intervalos similares a los de los últimos años.

«Se proyectan 100.000 viviendas nuevas al año aproximadamente y se crean casi 250.000 hogares, por tanto, la demanda seguirá siendo muy superior a la oferta, algo que incidirá en los precios», precisa en análisis. Y es que, a pesar de que la coyuntura del 2023 ha supuesto una contracción en las compraventas, es relevante la fuerte resistencia con la que se ha comportado el precio de la vivienda, impulsado por el encarecimiento de los costes de la obra nueva, que se suma al desajuste estructural mencionado. En este sentido, Servihabitat pronostica un alza de precios del 4,7% para 2023, un indicador que, si bien no acusa síntomas de agotamiento, sí que tenderá a estabilizarse en 2024, con incrementos que se situarían en torno al 3%. «Es por todo ello que 2024 invita al optimismo para el inmobiliario, con un sector residencial y una inversión que tiene margen para una reactivación adicional. También es relevante que la mora de los hogares se mantiene en unas ratios razonables y que el mercado laboral continúa resistiendo con una tasa de desempleo que se moverá entre el 11,5% y el 12,5 %, por lo que en el año se mantendrá una dinámica razonable, y será el puente hacia un 2025 con perspectivas más despejadas», apostilla Goday.

Respiro del euríbor

El mercado también puede contar con el respaldo de una relajación de la política monetaria por parte de los bancos centrales, ya que la inflación ya ha dado síntomas de desaceleración, lo que abre la puerta a un mantenimiento de los tipos de interés e, incluso, a posibles descensos. Por ejemplo, el IPC en Europa registró en noviembre un crecimiento del 2,4%, cuando la previsión del mercado era del 2,7%, lo que supone su nivel más bajo desde julio de 2021. El principal motivo es la bajada en el coste de la energía, aunque la inflación subyacente, que excluye los alimentos y energía, también se relajó en noviembre al 3,6% desde el 4,2% del mes anterior.

Como consecuencia de ello, el euríbor, el principal índice de referencia de los préstamos hipotecarios, ha cerrado diciembre confirmando la tendencia a la baja de las últimas semanas y ha terminando el año en el umbral del 3,58%, mínimos desde el pasado mes de abril.

Manuel Pinto, analista de XTB, prevé que en 2024, el euríbor continuará bajando en las próximas semanas, gracias, precisamente, al impulso a la baja de la inflación derivada de una menor demanda y a las futuras decisiones de los bancos centrales, con el fin de estimular la economía. Y es que, en estos momentos, el mercado descuenta hasta seis recortes de tasas por parte del BCE este año. «Esto podría ser de gran ayuda para aquellas personas con hipotecas a tipo variable, que podrían ver cómo cualquier persona a partir de febrero, si todo continuase en la tendencia actual, podrían refinanciar su hipoteca a tipos más económicos. Además, podría favorecer la actividad en el sector inmobiliario, y una posible subida en el precio de la vivienda», concluye Pinto.