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¿Es Abrams el Messi de las plataformas de "streaming"?
HBO Max retiene al creador de «Perdidos» por 500 millones de dólares al tiempo que Netflix y Amazon fichan a los grandes creadores de las cadenas en abierto.
HBO Max retiene al creador de «Perdidos» por 500 millones de dólares al tiempo que Netflix y Amazon fichan a los grandes creadores de las cadenas en abierto.
El efecto bumerán ha llegado a las grandes plataformas de «streaming» que están repitiendo los patrones del Hollywood clásico. Entre las décadas de los 20 y finales de los 50 eran al menos cinco corporaciones –Paramount, MGM, Warner, Fox y RKO– las que se repartían la tarta de la producción y la distribución cinematográfica al amarrar con contratos multimillonarios a directores como Orson Welles, Billy Wilder, George Cukor, William Wyler y Alfred Hitchcock, entre otros, con el fin de que no rodasen para la competencia. Ahora cambien el nombre de los grandes estudios por WarnerMedia (que se acaba de presentar como HBO Max), Netflix, Amazon, Apple TV y Disney+ y no hay que despejar ninguna incógnita para acertar la ecuación: como por aquel entonces, es un imperativo estratégico atraer a los mejores talentos para sus causas. Hay millones de suscriptores, y de dinero, en juego. «El paralelismo entre el trasvase de talentos entre una época y otra es evidente. El futuro de la ficción parece que ahora está en manos de las plataformas que, además, les dan a los creadores libertad para ofrecer a los espectadores propuestas más adultas y arriesgadas», afirma el escritor y crítico de cine Jesús Palacios.
Retener el talento
Hace unas semanas WarnerMedia (HBO Max) anunció que retenía a uno de sus mejores creadores, J. J. Abrams, por 500 millones de dólares. El neoyorquino tiene en su haber las series «Perdidos», «Fringe» «Westworld» y «Castle Rock», además de tres proyectos para Apple TV con su productora Bad Robot: la adaptación de la novela de Stephen King «La historia de Lisey», «Little Voice» y «My Glory Was I Had Such Friends». Las coproduce con Warner. Según «The Hollywood Reporter» era el fichaje más codiciado ya que estaban tras él Netflix, Apple, Amazon y Sony. Su labor será desarrollar nuevas proyectos y supervisar a otros productores. Sin duda es el más cotizado pero no el único protagonista de este mercado de fichajes.
Warner Bros. TV ha logrado que no emigre Greg Berlanti por 400 millones. Por el nombre es poco conocido, pero por sus apellidos –entiéndase, las series de las que es productor– es fácil entender el por qué de esa cuantía. A saber: «Arrow», «The Flash», «Supergirl», «Riverdale»... Al tiempo que Lisa Joy y Jonathan Nolan dejaron Warner para trabajar en Amazon por 150. «Lo más destacable de estos movimientos es que los creadores se han convertido en una marca. Les contratan por su nombre y trayectoria sin tener ni idea de las ficciones que van a lanzar y su potencial. Se ha convertido en un mercado de fichajes como el del fútbol, todos buscan su Messi o su Ronaldo», afirma Graciella Padilla, coordinadora de grado de Periodismo en la Universidad Complutense.
Murphy, el más arriesgado
Una de las adquisiciones más sonadas fue la de Ryan Murphy en 2018, que dejó 20th Century Fox para formar parte de la plantilla de Netflix durante los próximos cinco años por un montante de entre 250 y 300 millones de dólares. El creador de las antologías «American Horror Story» y «American Crime Story», «Feud» y «Pose», ya maneja varios proyectos que van tomando forma y por los que están salivando los seriéfilos. «Ratched» es una precuela de «Alguien voló sobre el nido del cuco» (1975) y se centra en la enfermera Ratched, que puso de los pelos de punta a más de uno. El siguiente es la sátira política «The Politician», con Jessica Lange y Gwyneth Paltrow, y el tercero de los diez que tiene entre manos es «Hollywood», en el que rascará lo que había debajo de las alfombras rojas de los años dorados de la Meca del cine. A ellos se suma la adaptación del musical de Broadway «The Prom» y «The Boys in the Band», con Jim Parsons («The Big Bang Theory») y Zachary Quinto («NOS4A2»). «A Netflix le va a aportar mucho por su innovación y su visión rompedora y transgresora como ya se ha visto en sus otras series. No le da miedo explorar ningún género, aporta un tinte de seriedad y, ¿por qué no decirlo?, también de artificio», reflexiona Padilla.
El baile de creadores que cambiaban de cadena comenzó en 2017 con Shonda Rhimes. Netflix le envió un misil a la línea de flotación de la cadena en abierto ABC cuando se anuncio que la creadora de «Anatomía de Grey» y «Scandal» se mudaba a la plataforma de «streaming». Su productora, Shondaland se integraba en la compañía durante cuatro años por un importe de 100 millones de euros. El jueves se anunció el reparto del drama sobre la alta sociedad londinense titulado «Bridgerton» para el que recupera a la octogenaria Julie Andrews que, eso sí, solo aportará la voz en «off». «Rhimes en la que tiene una marca personal más definida para la audiencia. Prioriza a las protagonistas, busca que sean fuertes, y con un marcado carácter, y le gustan las series corales. Además, cuida mucho a su equipo de guionistas y toca temas que están muy pegados a la realidad», dice Padilla. Para cerrar el círculo falta por saber si Chuck Lorre («The Big Bang Theory») también abandona la televisión en abierto.
En España también cotizan al alza
Tras el éxito en su emisión en abierto de «La casa de papel», Álex Pina se convirtió en uno de los creadores más cotizados, hasta el punto de que Netflix anunció hace un año que le fichaba en exclusiva para nuevos proyectos, incluida la tercera parte de la ficción. Por su parte, Atresmedia Studios firmaron un contrato de exclusividad con Javier Ambrossi y Javier Calvo. Los creadores de «Paquita Salas» ya han anunciado una serie sobre La Veneno que se emitirá en una de las cadenas del grupo.
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