Medios de Comunicación
Griso, por el periodismo artesanal
La periodista recibe el premio a la mejor comunicadora que le concedió ayer elEconomista.es
La periodista recibe el premio a la mejor comunicadora que le concedió ayer elEconomista.es.
«Quiero reivindicar el periodismo artesanal y de orfebrería, el que aprendí cuando era becaria. Recuerdo las redacciones ruidosas, el sonido constante del teléfono. Miraba a los veteranos con admiración. Cómo cogían los teletipos y, para escribir la noticia iban al archivo y recuperaban páginas amarillentas para documentarse. Después descolgaban el teléfono, o quedaban a tomar café con algunas de sus fuentes. Ahora, con la premura, algunos tienen como fuente principal la Wikipedia, la información no contrastada. Vivimos la dictadura de la inmediatez. Pero echo de menos aquellos tiempos. Entonces no seguíamos estas inercias». Palabra de la periodista Susanna Griso, que ayer recibió, en la I edición de los premios «Estrellas de la comunicación» de el Eco-nomista.es, en la que los invitados fueron recibidos por el presidente de la editorial Ecoprensa, Alfonso de Salas y por el director de elEconomista, Amador G. Ayora, el galardón a la mejor comunicadora. El ministro de Educación, Cutura y Deporte, y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, cerró el acto. La periodista estuvo arropada por el director general de Atresmedia Televisión Javier Bardají, y el director de informativos de Antena3, Santiago González, así como por su equipo de «Espejo Público», entre ellos Albert Castillón y Alfonso Egea.
Fue una de las ceremonias de entrega más emotivas para Griso, ya que su equipo, en voz de Cristina Fernández, le dedicó unas sentidas palabras. «Eres la reina de los madrugones. A las 04:00 de la mañana se levanta y toma jamón y un yogurt. Durante 4 horas ella, que fantaseaba de pequeña con ser espía y psicóloga, pasa de una moción a una emoción. A las 12:30, después del directo, no deja de trabajar, es la hora de los almuerzos “off the record”. Nunca se casa con nadie y parte de su cuerpo y de su alma está dedicada a la Fundación Vicente Ferrer», pronunciaba.
La distinción como mejor comunicadora es un bien preciado para muchos compañeros porque no es fácil traspasar la pantalla, o las ondas, como lo hace día a día en «Espejo público». A Griso le gusta escuchar a las personas a las que entrevista. «Es evidente que hay que preparar un cuestionario; es más, me lo tomo como si fuese un examen. También hay que reformular sobre las declaraciones que se quedan incompletas, pero es muy importante oír lo que te están diciendo. Aunque me molesta cuando las preguntas son más largas que las respuestas. Me gusta poner el foco en el protagonista, no en mí», comenta, para añadir que no le gusta ser la protagonista, «ni dentro ni fuera del plató».
Premio a la dedicación
Como buena comunicadora, de ahí el galardón, nunca esconde la mirada; al revés, la fija en su interlocutor. «Es muy importante el contacto visual», afirma rotundamente. Cada día ella tiene que mirar a la cámara como si fueran los ojos de alguien. No piensa ni en miles de personas, ni en centenares, solo como si estuviese hablando con una. «Recuerdo que cuando empecé siempre pensaba en mi madre, además de por sus cualidades humanas, porque es muy culta. Pero, como el resto de espectadores, no tiene por qué conocer todas las aristas de una noticia como yo. Por eso creo que mi labor también tiene que ser didáctica».
Griso define «Espejo público» como un programa muy vivo. «La escaleta es solo un guión. Muchas veces comento con Belén García, la directora, que los espacios que nos salen mejor son en los que salta una noticia y salta por lo aires todo lo que teníamos previsto y hay que improvisar con conexiones en directo, análisis de expertos... Esos días son muy gratificantes aunque la actualidad sea terrorífica».
Unos premios que valoraron la labor de Griso pero que tampoco quisieron olvidarse del grupo empresarial Iberdrola, que recibió el galardón correspondiente a la Mejor Comunicación de Empresa.
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