Crítica de cine

Un Ocean's coreano

Director: Choi Dong-hoon. Guión: Choi Dong-hoon y Li Gi-cheol. Intérpretes: Kim Yun-seok, Lee Jung-jae, Kim Hye-su, Simon Yam. Corea del Sur, 2012. Duración: 135 minutos. Acción.

Un Ocean's coreano
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La película más taquillera de la historia del cine coreano es, qué paradoja, un «exploit» de «Ocean's Eleven».

La película más taquillera de la historia del cine coreano es, qué paradoja, un «exploit» de «Ocean's Eleven». Para ser más exactos, no se trata de una imitación, porque amplía el campo de batalla del filme de Steven Soderbergh, que, en realidad, era una carísima reunión entre amigos camuflada de «heist movie», una cinta sobre la Nada hecha desde un espíritu más que lúdico.

Del tono, entre «cool» y hawksiano, de aquélla pasamos al humor periférico y la telaraña de traiciones que esconde en su interior «El gran golpe», que parece tomarse un poco más en serio el género al que pertenece (el cine de atracos), que luce un acabado visual más que competente, nada que envidiar al cine americano, pero que retuerce la trama hasta tal punto que resulta una tarea casi imposible no perderse en los detalles.

La presentación de los diez personajes principales de esta película resulta prolija y la minuciosa descripción del golpe del título –el robo de un diamante que vale treinta millones de dólares– llega después de una hora de metraje. A Choi Dong-hoon no le importa tanto el quién como el qué, y las múltiples acciones que, capa sobre capa, cuentan la burla a la seguridad de un casino de Macao no siempre encuentran su aliado en un montaje que no consigue aclarar relaciones de causa-efecto.

Cuando al cineasta coreano le apetece que la pareja madura de la banda se enamore, su amor es puro capricho, un parche romántico en una producción sin otra intención que la de venderse bien en el mercado asiático. Para entendernos, éste es un trabajo de aliño, profesional y artesanal, demasiado voluble en sus cambios de registro, lejos de la intensidad visual del cine de acción de Hong Kong que, de forma oblicua, también quiere homenajear.