Historia
Kennedy: Una boda «real» que presagió la tragedia
Tuvieron una relación marcada por el amor, el poder y las infidelidades. Se cumplen 65 años de su boda y siguen siendo imanes para los norteamericanos
Tuvieron una relación marcada por el amor, el poder y las infidelidades. Se cumplen 65 años de su boda y siguen siendo imanes para los norteamericanos
Dicen que si los Estados Unidos tuvieran una familia real propia, los Kennedy deberían ostentar esa condición. Lo cierto es que esta familia irlandesa trasplantada a Nueva Inglaterra, tejió una serie de lazos políticos, sociales y empresariales durante los siglos XIX y XX que hizo que se constituyera en un linaje notable y de gran peso. Las flechas y ramos de olivo de su escudo de armas podrían haberse convertido en algo así como las lises en Francia si los Estados Unidos no fuesen una de las cunas de la idea republicana.
Desde que en 1884 el primer Kennedy fuera elegido para un cargo público en la legislatura del Estado, se sucedieron senadores, representantes en la Cámara, embajadores o alcaldes en las ramas de su árbol genealógico. Pero el más notable de todos fue sin duda John Fitzgerald Kennedy, elegido presidente de los Estados Unidos en 1960, el único católico en ocupar ese cargo hasta ahora. Se cumplen 65 años de su matrimonio, celebrado el 12 de septiembre de 1953 con Jacqueline, nacida Bouvier, hija de un rico corredor de Bolsa y banquero neoyorquino, cuyo padre escribió un libro, «Nuestros antepasados», bastante imaginativo respecto a la supuesta ascendencia noble de su familia. Jackie se casaría luego con el millonario armador griego Aristóteles Onassis. Ella y John pertenecían al mismo círculo y fueron presentados por un amigo común, el periodista Charles L. Bartlett.
relaciones con la nobleza
Rose, madre de John, era toda una matriarca con nueve hijos, católica y longeva, que había sido condecorada por el Papa debido a su acción caritativa que otros calificarían de filantrópica. Conoció a San Pío X y a sus sucesores y era hija de un alcalde de Boston y congresista. Las relaciones del clan con la nobleza tuvieron diversos frentes. Su hija Kathleen Kennedy, contra el parecer de su madre, casó con William Cavendish, marqués de Hartington, hijo mayor y heredero del décimo Duque de Devonshire. Su defecto: ser anglicano, algo imperdonable para una católica. La genealogía de la familia Kennedy fue estudiada y profundizada. Pero en esos genes parecía vibrar la tragedia. Muchas se sucedieron: la lobotomía y discapacidad de Rosemary Kennedy, la muerte en explosión aérea de Joseph Kennedy Jr., el fallecimiento en accidente de aviación de Kathleen Kennedy, los asesinatos de John y Robert Kennedy, el accidente de automóvil de Ted Kennedy, la muerte por sobredosis de David Kennedy, por accidente de esquí de Michael Kennedy o por accidente aéreo de John Kennedy Jr., entre otros.
Dentro del clan estaba también la hermana menor de Jackie, Lee, es decir, Caroline Lee, actriz y escritora , que contrajo un primer matrimonio con Michael T. Canfield, de quien se decía era hijo del príncipe Jorge de Kent, hijo de Jorge V de Inglaterra. El segundo enlace fue con el príncipe polaco Stanislaw Albrecht Radziwill.
John y Jackie tuvieron cuatro hijos pero la tragedia también se cebó en el matrimonio. Jackie tuvo un aborto y Arabella, la primera hija, falleció antes de nacer; Caroline fue la segunda y John el tercero, fallecido en accidente de avión en 1999. El cuarto, Patrick, falleció dos días después de venir al mundo. John y Jackie marcaron un estilo y ella fue icono de la moda. Al atractivo John se le achacaron relaciones extramatrimoniales con Marilyn Monroe, Mary Pinchot Meyer, así como con becarias de la Casa Blanca, pero la muerte de su cuarto hijo acercó a un matrimonio truncado por la temprana muerte de John.
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