El palmeral ilicitano aumenta el número de sus ejemplares un 20% desde 1999

El palmeral de Elche, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ha aumentado un veinte por ciento el número de sus ejemplares desde el último censo de 1999 y se acerca a las 70.000 palmeras datileras, "libres de picudo", según ha informado hoy el concejal de Vía Pública Manuel Rodríguez.

Elche aplica desde junio pasado un plan de revisión de los 97 huertos públicos, privados y conveniados que conforman el palmeral histórico ilicitano, siguiendo las recomendaciones de la Conselleria de Agricultura y del Servicio de Sanidad Vegetal para conocer el estado de ejemplares, características, riego, poda y afectación de la plaga del picudo rojo.

El censo ha contabilizado 54.275 palmeras datileras en los 65 huertos públicos, 10.842 en los 23 privados y 4.510 en los conveniados.

En total, 69.927 ejemplares, frente a los 58.168 de 1999, lo que supone un aumento del 20 %, ha destacado Rodríguez, quien ha señalado en rueda de prensa que era importante conocer si había mermado o no el palmeral en estos años.

No obstante, 37 de estos huertos han visto disminuida su plantación en 3.424 ejemplares.

Por ello, durante este año se pretende realizar la campaña "Una menos una más"con el objetivo de repoblar esos huertos para llegar a los 73.000 ejemplares en todo el palmeral histórico.

También se llevará a cabo el censo de los ejemplares de la vía pública, cuyo número se estima en alrededor de 18.000.

El Palmeral ilicitano, declarado Patrimonio de la Humanidad en 2000, está situado principalmente dentro del casco histórico de Elche y es considerado el más grande de Europa.

Una investigación reciente de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche ha demostrado que este palmeral contribuye de forma positiva a minimizar los efectos asociados al cambio climático en el municipio ilicitano por su gran extensión y su adaptación al entorno.

Según el estudio, el palmeral ilicitano posee una buena capacidad de almacenar el carbono de la atmósfera y el nitrógeno del suelo.

Con ello contribuye a reducir la presencia de dióxido de carbono (CO2) y gases nitrogenados, ligados al efecto invernadero y que causan el calentamiento terrestre.

Esta absorción del CO2 que realiza el palmeral ilicitano muestra un comportamiento similar al de otras grandes masas forestales naturales, aunque en este caso se trata un sistema agrícola tradicional.