Ciencias naturales
El pez raya, una visita sorpresa a las playas valencianas
El pez raya se ha convertido en el visitante sorpresa de las playas valencianas desde que a principio de agosto empezara un goteo de avistamiento de estos ejemplares, que han pasado de ser temidos y provocar alarma, a ser atacados después de que al último ejemplar localizado apareciera con la cola cortada.
Las razones de por las que este pez se ha acercado tanto a la costa en esta época del año y haya abandonado su hábitat natural a 5 o 6 millas de profundidad son varias aunque lo único en lo que están de acuerdo todos los expertos es que este hecho "no es normal".
Tras avistar los primeros tres ejemplares en las playas de la Malvarrosa y el Cabanyal de Valencia, la primera hipótesis que barajaron los expertos del Oceanográfico donde fueron trasladados fue que uno de ellos estaba moribundo y los otros lo acompañaron a la costa para morir, ya que estos animales siempre viajan en manada.
Sin embargo, a los pocos días, cuando se le realizaron las pruebas médicas a este ejemplar se descubrió que estaba embarazado de al menos cuatro crías.
Fue en ese momento cuando la hipótesis de que los peces raya se acercaban al mar para parir empezó a tomar fuerza, una idea que se reforzó después por el hecho de que todos los peces raya que se han capturado, por estar heridos, desorientados o varados en la costa han sido hembras y estaban en periodo de gestación.
Desde que aparecieron estos primeros ejemplares, se han visto por el litoral de la Comunitat Valenciana cerca de una veintena de peces raya en playas valencianas como la Malvarrosa, el Cabanyal, El Saler, Garrofera o Recatí.
También han aparecido en las localidades castellonenses de Benicàssim y Cabanes, con concentraciones de cinco y cuatro peces raya, respectivamente, que obligaron a izar la bandera roja.
En playas de Alicante como la de Muchavista, Almadraba y San Juan los peces raya también han sorprendido a los bañistas, aunque se ha mantenido la bandera verde.
Los expertos del Oceanográfico explicaron a Efe que también es posible que se acerquen "atraídos"por la temperatura cálida del agua, que este verano está siendo "un poco más baja de lo habitual".
"Otra opción es que al ser una especie que se reproduce mucho y muy rápido y cada vez hay menos depredadores que regule la población de pez raya, como los atunes o los tiburones, haya una sobrepoblación y por eso se acercan cada vez más", según el responsable de veterinaria del Oceanográfico, Daniel García.
El decano de Ciencias del Mar de la Universidad Católica de Valencia, José Tena, apuntó como una causa la "importante destrucción y erosión que ha sufrido a lo largo de los últimos años el suelo marino".
En declaraciones a Efe explicó que estos animales no suponen un peligro para los bañistas, ya que el "mar es su entorno natural y son muy huidizas", así que esquivan sin problemas a lo bañistas y si no se les toca, no tienen por que hacer ningún daño.
El jefe de playas de la Malvarrosa-Cabanyal, Jordi Barreira, también recomendó no tocar a estos animales, porque su picadura "es muy dolorosa, aunque no tienen consecuencias graves".
El Oceanográfico ha recogido siete peces raya a lo largo del verano, que han sido trasladados al centro de recuperación del acuario por presentar heridas o encontrarse desorientados aunque tres de ellos fueron liberados a unos treinta metros de la costa valenciana, al encontrarse totalmente recuperados.
El último ejemplar encontrado fue un pez raya hembra con graves heridas en el lomo y varios órganos afectados a consecuencia de los pinchos que le habían clavado para "trincharlo y cortarle la cola", según el responsable de biología del Oceanográfico, Javier León, quien pidió "respetarlos"porque "no son peligrosos".
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