Cambios climáticos
Las pistas de esquí a menos de 1.800 metros no serán viables en 2050
El cambio climático alargará el periodo de temperaturas agradables en la región Pirineo-Mediterráneo, pero las estaciones de esquí de esta zona, situadas en cotas inferiores a los 1.800 metros, dejarán de ser viables en 2050, según un estudio de la Fundación Empresa y Clima presentado hoy.
El estudio, cofinanciado por la euroregión que abarca Cataluña, Islas Baleares, Languedoc-Roussillon y Midi-Pyrénées (Francia), ha sido dirigido por el catedrático de Geografía Física de la Universidad de Barcelona, Javier Martín-Vide, y se ha basado en el análisis de casi 6,5 millones de datos recogidos en una veintena de observatorios durante las dos últimas décadas.
El documento insta a las estaciones de esquí a transformarse en estaciones de montaña, donde se lleven a cabo deportes de aventura o excursionismo, entre otras actividades, ya que en 2050 "aunque se instalen cañones de nieve, habrá menos agua disponible y las temperaturas nocturnas serán más altas", ha explicado la directora de la fundación, Elvira Carles.
Este efecto será más acusado en las estaciones situadas en cotas inferiores a los 1.800 metros y en la cara sur de los Pirineos, lo que implica que las estaciones catalanas se verán más afectadas que las francesas.
Sobre la candidatura de Barcelona a acoger los juegos olímpicos de invierno en 2022, Martín-Vide ha asegurado que "nadie sabe si será viable, porque hay un aumento de las temperaturas, pero con altibajos que permiten que haya buenas temporadas para el esquí".
Por otra parte, las temperaturas seguirán aumentando, de modo que se alargará la temporada adecuada para realizar actividades al aire libre y, al mismo tiempo, en el medio de verano, aparecerán episodios de exceso de calor.
Así, en Barcelona la temperatura media de 15 ºC se extenderá en 2020 hasta al 1 de noviembre, pero surgirá un periodo de exceso de calor, con una temperatura media de las máximas superior a los 30 ºC, que durará 10 días, a finales de julio, y que se extenderá durante 41 días en 2050.
El estudio sugiere adecuar el calendario turístico al calendario climático, aunque el periodo de exceso de calor no pone en riesgo el turismo de sol y playa en la euroregión, ya que este "depende también del contexto político y socioeconómico de los países", ha explicado Martín-Vide, en referencia a la inestabilidad del Norte de África que ha beneficiado a los destinos turísticos alternativos.
Asimismo, las lluvias permanecerán estables en 2020 -aunque podrían disminuir un 7,5 % a mediados de siglo-, el viento se suavizará y las horas de sol se mantendrán.
La investigación se ha completado con más de 350 encuestas realizadas entre empresarios del sector y turistas de un total de 142 localidades distintas.
Los resultados muestran que 3 de cada 4 turistas tienen en cuenta el clima a la hora de elegir un destino de vacaciones y que en un 69 % de los casos la temperatura es el factor decisivo.
En este sentido, los elementos meteorológicos que más molestan a las turistas son la temperatura muy alta, la lluvia de día y el viento fuerte.
Por otra parte, más de la mitad de los empresarios considera que el cambio climático afectará a su negocio, en un 29 % de los casos disminuyendo sus ingresos, mientras que un 42,5 % asegura desconocer en qué sentido le afectará.
La Fundación Empresa y Clima fue creada en el año 2007 bajo la tutela de la Cámara de Comercio de Barcelona con el objetivo de dar respuesta a las exigencias que deben afrontar las empresas ante el cambio climático.
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