Comunidad de Madrid
«Pantalones», el olmo del Botánico que lucha por sobrevivir a la grafiosis
El emblemático olmo del Real Jardín Botánico conocido como ‘Pantalones’ lucha, con la ayuda de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), para sobrevivir a la grafiosis, una enfermedad fúngica que se transmite a través de un escarabajo. “Al detectar los primeros síntomas de su enfermedad -el pasado 17 de mayo- empezamos con el protocolo de actuación para identificar al hongo responsable: toma de muestras, aislamiento, extracción de ADN y secuenciación de un fragmento interno del ribosoma”, apunta en una nota Javier Diéguez, del Departamento de Micología del Jardín.
Tras el proceso los expertos identificaron que la especie que ataca a ‘Pantalones’ es la más agresiva de un hongo del género “Ophiostoma”: la conocida como “novo-ulmi”.
El escarabajo “Scolytus scolytus” actúa como transmisor de la enfermedad al transportar esporas de ese hongo desde otros árboles afectados gracias a una especie de púas que posee en sus patas traseras.
La grafiosis ha acabado “prácticamente con todos los olmos viejos de la península”, según el jefe de la Unidad de Horticultura, Mariano Sánchez, quien ha añadido que “se debe crear un cinturón sanitario de tres kilómetros (la distancia que pueden volar los escarabajos) cuando se tiene un olmo singular o una olmeda importante, para evitar la transmisión”.
Sánchez explica que este escarabajo “suele ir a las axilas y entrenudos de los olmos más viejos, ya que detectan que son más débiles, para perforar y dejar ahí una espora que germina y provoca que el ‘micelio’ empiece a crecer hasta llegar al ‘xilema’, que es por donde el árbol absorbe el agua y los nutrientes”.
“El mayor problema es que el hongo se distribuya por el ‘floema’ o canal de bajada de nutrientes, porque se extendería por todo el árbol y se generaría una trombosis general, que puede llegar a ser fulminante y matar al árbol en una semana”, describe gráficamente.
‘Pantalones’ tiene aproximadamente 225 años y recibió su nombre porque sus dos ramas principales parecen formar un pantalón invertido.
“Es uno de los árboles más antiguos que tenemos, es muy característico, y lo hemos utilizado como narrador de las historias” para explicar nuestras instalaciones a los visitantes, explica Jesús Muñoz, director del Jardín Botánico.
Además, es uno de los olmos más longevos de la Península, incluido en el Catálogo Regional de Árboles Singulares de la Comunidad de Madrid.
“El Jardín es un organismo vivo y tiene sus enfermedades, fases mejores y peores..., ahora le ha tocado a ‘Pantalones’ y lo estamos tratando con toda la dedicación y medios con los que contamos”, dice Muñoz.
La primera medida “para evitar que el hongo se transmita a través de los vasos hacia abajo”, según explica Sánchez, ha sido podar las ramas afectadas por grafiosis.
Aniquilar el hongo se considera “imposible”, pero se puede aplicar un fungicida para controlarlo, un tratamiento que cuesta entre 3.000 y 5.000 euros por olmo al año y únicamente se emplea con “ejemplares singulares”.
“Cuando en el Jardín apareció la grafiosis en 1985, hicimos el inventario de olmos y una valoración ornamental, talamos algunos de ellos para evitar riesgos y pese a ello tres olmos murieron por la enfermedad”, añade Sánchez.
Desde el CSIC señalan la “gravedad” de la afección: los ejemplares más viejos de olmo han ido desapareciendo y ahora existen olmedas que tienen entre 20 y 30 años y son “retoños de raíces de ejemplares muertos”
“Pantalones ha resistido a lo largo de más de dos siglos, pero puede que a pesar de todos los esfuerzos al final se muera”, reconoce, “y por eso es importante conservar su genotipo”, iniciativa que se ha llevado a cabo dentro de un proyecto de la Comunidad de Madrid.
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