Viajes
¿Cuál fue la primera iglesia del mundo?
Numerosos templos se autoproclaman como la primera iglesia del mundo pero haría falta rebuscar en los Evangelios para encontrarla sin cabida a errores
El ser humano siente una pasión incontenible por descubrir sus orígenes. Somos como los nostálgicos que rememoran una y otra vez los años de su juventud, limando los detalles, añadiendo toques nuevos de color. Sentimos una necesidad por descubrir nuestros inicios porque de alguna manera, reconocemos que están allí, escondidos bajo toneladas de tierra condensada, y solo hace falta que cojamos una pala lo suficientemente grande para cavar. La primera ciudad, la primera palabra escrita, el primer dios, la primera guerra, el primer hombre. Son preguntas de respuestas difusas que ardemos en deseos por aclarar.
Una respuesta peliaguda
A lo largo de los años, han sido numerosos los lugares señalados como los primeros templos cristianos, se diseminan a lo largo de toda la costa del Mediterráneo. Unos asegurarían que se trata de San Juan de Letrán, en Roma. Se dice que le fue entregada al papa por el emperador Constantino en el siglo IV, al término de las persecuciones religiosas del Imperio romano, señalándola como la primera iglesia oficial propiamente dicha y convirtiéndola en sede principal de la Iglesia Católica hasta el siglo XIV. Dos siglos después, el papa Sixto V ordenó su demolición y de ella no quedan más que ruinas.
En el año 2008, un grupo de arqueólogos aseguraron haber encontrado la primera iglesia cristiana del mundo en Jordania, en la localidad de Rihab. Y no andaban mal desencaminados. Los números no mentían al señalar que había sido construida bajo tierra entre los años 33 y 77 de nuestra era, es decir, inmediatamente después de fallecer Jesucristo, y su localización encajaba en un periodo histórico en el que las persecuciones a los cristianos eran lo habitual. Bajo tierra estarían seguros. Tras finalizar las persecuciones, sobre esta cueva se edificó una iglesia en honor a San Jorge, en la cual aparece un mosaico que menciona a “los 70 amados por Dios”, los 70 primeros discípulos de Jesucristo que se reunían aquí tras su muerte para platicar sus obras.
El único escollo en esta teoría se encuentra en estos mismos 70 discípulos. ¿Por qué iban a quedarse en Jordania si la Historia nos confirma que viajaron hasta sus muertes para transmitir la palabra del Evangelio? Resulta complicado de encajar que 70 personas viajeras dedicaran tantos años a visitar este templo. Además, ¿por qué iba a estar la primera iglesia tan lejos de Galilea? Éfeso también se ha señalado como una posible localización del primer templo cristiano, ya que San Pablo de Tarso acudió hasta esta ciudad para dialogar con diferentes miembros del cristianismo de la época, lo cual hace suponer que en algún lugar contaban con un templo para la oración.
La primera iglesia del mundo
Ninguna de estas sería la primera iglesia del mundo. Para encontrarla haría falta viajar, como es lógico, a Israel, a la región que habitaron los apóstoles de Jesucristo antes de lanzarse al mundo. Habría que adelantarse a la verdad, es decir, buscar un edificio que ya estuviese construido antes incluso del nacimiento de Jesús y que más tarde fue adaptado como domus ecclesia (iglesia doméstica) por los primeros cristianos. Habría que buscar las ruinas de un minúsculo pueblo de pescadores, nada más que piedras y polvo en la actualidad, alejándose de los nombres ostentosos que señalan a Roma o Éfeso. Porque la religión que predicó en sus inicios a favor de la humildad no iba a construir su primer templo en una región que no fuera humilde y apartada de cualquier mirada poderosa.
Habría que ir, sin más dilación, en busca de San Pedro. Escuchando las palabras que Jesús dijo a Simón Bar Jona: “Y yo te digo a ti que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré yo mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:18). Uno podría pensar, al ver la palabra iglesia escrita con minúsculas en el pasaje del Evangelio, que Jesús señalaba en este momento una piedra cualquiera de Cesárea de Filipo, la región donde ocurrió esta situación, y que aquí tendríamos que buscar la primera piedra de la primera iglesia. Aunque lo cierto es que señalaba a Pedro y él es la llave para completar nuestra búsqueda.
Pedro vivía a las orillas del lago de Tiberíades (conocido como el mar de Galilea), en la vieja villa de pescadores de Cafarnaúm, hoy ruinas y situada en la antigua región de Galilea. En una casa construida a finales del periodo helenístico (30 a. C) y de apariencia sencilla. Los Evangelios la señalan como la casa de Jesús porque era aquí donde residía cuando predicaba por la región, podría decirse que este hogar sencillo era su “cuartel general”. De hecho se piensa que fue en esta casa donde ocurrió el conocido suceso de “Los hermanos de Jesús” (Marcos 3:30-35). Si bien la tradición indica que esta fue la casa de San Pedro, existen indicios capaces de demostrar que fue utilizada como lugar de peregrinación de los primeros cristianos y se puede considerar como la primera iglesia del mundo.
Su forma es prácticamente cuadrada, con siete metros y medio por cada lado, y contaba con dos patios exteriores de los cuales hoy se conserva uno de ellos. Las paredes fueron enyesadas y pintadas y en ellas se han descubierto diversos grabados que dejaron los primeros cristianos que acudieron en peregrinación. En la segunda mitad del siglo IV, al finalizar las persecuciones romanas a los cristianos, se convirtió en el centro de un importante centro de oración al que acudió, ni más ni menos que la archiconocida española Egeria en el 380 d. C. Así podemos cerrar el círculo: Pedro fue la piedra simbólica sobre la cual se edificó la Iglesia y su hogar, esto es inevitable, resultó en la primera iglesia para realizar los ritos cristianos, tanto por él mismo como por creyentes posteriores. Además del lugar exacto en que Jesús predicaba, curaba y enseñaba en la región de Galilea.
✕
Accede a tu cuenta para comentar