Viajes
Aventura en alta mar
Surcar el Mediterráneo en un crucero es más que navegar de puerto en puerto, supone revivir una historia que impulsa el florecimiento cultural y gastronómico.
El sol está muy alto cuando los primeros pasajeros comienzan a embarcar. Esa luz que se multiplica al rebotar en el casco del barco nos hace pensar en historias de antaño, en intrépidos navegantes y damas con vestidos de época. Los viajes por mar conservan ese punto de emoción y de intriga ante lo desconocido, una herencia de otros tiempos en los que el regreso no estaba garantizado. La ruta del Zenith, el buque de Pullmantur, está bien definida y los viajeros, con la documentación en mano, cruzan a buen ritmo la pasarela que los lleva a la cubierta donde se encuentra la recepción. No pueden ocultar cierto nerviosismo ni ese brillo en los ojos propio de quienes reciben un regalo.
La tripulación, habituada a recibir a nuevos viajeros casi cada semana, se adelanta a sus necesidades e indica con una amplia sonrisa la ubicación de restaurantes, bares, piscinas y camarotes. Lo más común es que lleguen de dos en dos, pero también hay grupos familiares y de amigos que tratan de localizar la mejor ubicación para despedirse del puerto de Barcelona.
Secretos del Mediterráneo
El perfil urbano de la Ciudad Condal habla de presente y de futuro, al contrario de lo que ocurrirá en los puertos restantes que exhiben cierto aire de melancolía. Más de dos mil kilómetros de recorrido nos llevarán a descubrir «los rincones secretos del Mediterráneo». El graznido de las gaviotas y el tímido tono amarillento del sol anuncian cada mañana que comienza un emocionante día en una nueva tierra. Portofino, Portovenere, Piombiono, Ajaccio y Menorca nos esperan.
El sonido de los cubiertos antecede, como si de un ritual se tratara, la llegada al desayuno. Huevos y bacon, café y tostadas, «smoothies» vigorizantes... todo parece poco para enfrentarse a un intenso día de excursión. Porque existen dos tipos de cruceristas, los que aman la vida en el barco y, cual resort todo incluido aprovechan todo lo que les ofrece, y los que lo usan como medio de transporte para viajar. No nos engañemos, ninguno de los dos permanecerá ocioso mucho tiempo.
Escalas en puertos italianos
La primera escala del Zenith es en la glamurosa Portofino, un pequeño puerto de pescadores de la región de Liguria con una preciosa fachada marítima coloreada de tonos rojos y ocres. El francés Guy de Maupassant la definió como «un pequeño pueblecito que se extiende como un gajo de luna en torno a una cuenca calma». Basta una rápida ojeada para percibir que esta no es una población cualquiera, las casonas y villas que sobresalen entre la arboleda hablan de opulencia y excentricidad. Este fue uno de los refugios favoritos de personalidades como Grace Kelly, Ingrid Bergman, Frank Sinatra, Beyoncé, Rihanna, Mariah Carey o Carla Bruni. Hoteles de lujo, restaurantes y tiendas de marcas exclusivas salpican sus calles. Desde Portofino es recomendable visitar Santa Margarita Liguria y Rapallo, donde incluso es posible hacer un taller de pesto en«Parla Come Mangi» (parlacomemangi.com).
El buque sigue su itinerario marítimo hasta Piombino, ahora estamos en la provincia de Livorno. Aquí el ambiente es el típico de una ciudad portuaria donde el ir y venir de los paisanos se mezcla con la marcha errática de turistas por las escasas calles que configuran el trazado. Sus restaurantes y terrazas son un buen reclamo, pero en esta escala lo habitual es caer rendido ante la belleza de las ciudades toscanas de Siena, Pisa o Florencia. Las visitas no son tan monumentales en el último puerto visitado, Portovenere, pero su belleza enamora igualmente. Con el humilde nombre de Cinque Terre se identifican cinco pueblos de la provincia de La Spezia con rasgos comunes. Casitas de colores desafían a la gravedad arracimadas en las montañas y enmarcadas por viñedos cultivados en terrazas, puertos recoletos, acantilados y decenas de rincones pintorescos. Monterosso, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore son el paraíso para los más activos en Instagram.
Paseo por Córcega y Menorca
Los últimos días, tras las grandes emociones italianas, se disfrutan con más calma. El barco, sus horarios y las bajadas ya los tenemos controlados. La escala en Ajaccio, la capital de Córcega, se puede aprovechar para recorrer las calles de la ciudad que vio nacer a Napoleón, visitar su casa, la Capilla Imperial, la biblioteca fundada por su hermano (con miles de incunables y de acceso gratuito) y el Museo Fesch. También puede ser una buena oportunidad para conocer sus frondosos bosques o pasar un día de playa, aunque en Menorca, la siguiente escala, el litoral es igualmente maravilloso. En esta isla balear, el Zenith espera en Mahón mientras recorremos los palacetes, templos y plazuelas de la histórica Ciudadela. Otra opción es localizar alguna de sus maravillosas calas y sumergirse en sus aguas transparentes y turquesas. ¿Puede haber un plan mejor?
Con esta apoteósica despedida se enfrenta el último día de navegación marcado por los brindis, la cena de despedida, abrazos y también, por qué no, alguna que otra lagrimilla tras varios días inolvidables. Tal y como suelen decir en alta mar: «en un crucero, al igual que sucede en Gran Hermano, todo se magnifica».
Alma española a bordo
Los cruceros por el Mediterráneo de Pullmantur son una buena opción por cercanía, ya que parten de Barcelona, por el interés de los destinos que recorre y por su buena relación calidad-precio. El buque que realiza la travesía es el Zenith, remodelado en 2012 y con capacidad para 1.828 pasajeros. En sus nueve cubiertas no hay espacio para el aburrimiento gracias a restaurantes, bares, cafés, internet, biblioteca, gimnasio, spa, piscinas, jacuzzi, discoteca, casino y tiendas libres de impuestos.
Durante las escalas los viajeros pueden quedarse a bordo, pasear en el puerto de atraque o bien elegir alguna excursión. Una de las ventajas de contratar un paquete de excursiones (cuentan con 3 opciones: Conoce, Descubre y Siente) son la tranquilidad de que si surge algún problema el barco espera al regreso de los cruceristas. Una de sus propuestas más interesantes son las visitas temáticas en torno a la gastronomía que permiten al cliente gozar de una inmersión completa en el mundo culinario mediterráneo: catas de vino, talleres de cocina, almuerzos típicos y visitas a mercados.
Los espectáculos nocturnos, las cenas a la carta con un menú de Paco Roncero y la animación son el mejor complemento. Pero el secreto que explica que Pullmantur llene sus barcos no está solo en sus instalaciones, su buen gusto gastronómico, sus precios o la elección del recorrido, sino en el trato cercano de su tripulación y en el uso del español como primera lengua en el barco.
Más datos:
El programa Secretos del Mediterráneo, 8 días y 7 noches, tiene un precio desde 529 euros/ persona (tasas y otros cargos excluidos). Tel. 900 835 055, www.pull-
mantur.es
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