Ocio

Viajes

Costa de Almería, el sol y la luna en una misma escapada

El contraste natural convierte a la provincia en un paraíso para el viajero, pero también para la investigación y la divulgación científica que engancha cada año a miles de turistas ansiosos por vivir una experiencia diferente

Los invernaderos cada vez son más visitados por los viajeros. A la derecha, vista de la plataforma solar y detalle del gran telescopio
Los invernaderos cada vez son más visitados por los viajeros. A la derecha, vista de la plataforma solar y detalle del gran telescopiolarazon

El contraste natural convierte a la provincia en un paraíso para el viajero, pero también para la investigación y la divulgación científica que engancha cada año a miles de turistas ansiosos por vivir una experiencia diferente.

La provincia de Almería se alza como el único destino capaz de ofrecer una clase magistral en cada visita como complemento a sus playas, cultura, naturaleza y gastronomía. De hecho, se ha convertido en destino de referencia para aquellos que tienen curiosidad investigadora y científica aunque estén de vacaciones o visita.

Conocer los secretos del cielo, el mar y la tierra de la mano de científicos y profesionales se alza como una estupenda forma de entender y disfrutar de la naturaleza almeriense en familia. Por ello, la Diputación de Almería ha impulsado la campaña «Almería tiene ciencia», un proyecto único en Europa que ha unido los pilares más importantes de la industria y la investigación de la provincia: la Plataforma Solar de Almería (PSA), las canteras de Macael, el Centro Astrofísico de Calar Alto y los invernaderos de Almería. «Nos hemos propuesto dar a conocer estos estos cuatro centros de investigación, que son un referente internacional. No hay otro lugar en el continente europeo que reúna las características que tiene nuestra provincia y que nos hace ser diferentes», asegura el presidente de la Diputación, Javier Aureliano García.

Una visita a cualquiera de estos centros de investigación se presenta como una apasionante clase magistral que invita al trotamundos a viajar a la luna sin moverse de la tierra... Más de 3.500 horas de sol al año convierten a Almería en el destino más mimado por el astro rey, lo que permite disfrutar de la costa en pleno febrero o practicar deporte al aire libre. Y no sólo eso, ya que otro gran atractivo es la investigación en torno al sol. En este sentido, en sus más de 30 años de historia, la PSA ha explorado la posibilidad de utilizar la energía solar para generar electricidad, desalar agua o destoxificarla. Y junto a su vertiente investigadora, se ha aliado con el turismo científico para involucrar a los visitantes, a través de un interesante recorrido que permite vivir una experiencia única y muy entretenida.

Sin dejar de mirar al cielo, la provincia de Almería ha logrado abrirse paso entre los destinos de astroturismo más demandados del país. El motivo no es otro que sus más de 300 noches de perfecta visibilidad al año y la ubicación, en plena sierra de los Filabres del Centro Astrofísico más importante del continente. Durante sus tours por el cielo nocturno guiado por un astrónomo los visitantes pueden contemplar los planetas, las delicadas nebulosas, los cúmulos globulares con millones de estrellas o la luz de otras galaxias. Desde esta catedral de la ciencia, el visitante descubre los hallazgos que se llevan a cabo con los teles-copios gigantes del centro, todo ello bajo las 240 toneladas del telescopio de 3,5 metros, el más grande de Europa.

Un ejemplo paradigmático del turismo industrial centrado en la piedra natural es el del municipio de Macael, referente internacional en mármol que explota esta industria también con fines turísticos y culturales. Diversas iniciativas han dado un gran impulso al turismo industrial que se desarrolla en la zona, tales como el Centro de Interpretación del Mármol, el sendero del mármol, los miradores de las canteras, el itinerario rincones de Macael o las visitas organizadas a fábricas y talleres de escultura y artesanía.

Oro blanco

Esta rica cultura es puesta en valor por parte de la Diputación Provincial de Almería para facilitar su conocimiento y experiencia por parte de visitantes y vecinos. Uno de sus proyectos más ambiciosos es el Centro de Interpretación del Mármol, que hace un recorrido por la historia del municipio en sus más de 250 metros cuadrados. Además de conocer en las canteras a los artesanos que trabajan allí se puede disfrutar de un recorrido por más de 25 siglos de historia. Pero no es ésta la única actividad en torno al mármol, pues el turismo industrial de Macael difunde el patrimonio industrial pasado y presente que caracteriza su forma de ser, la historia y la cultura de la zona. Para ello, visitar las canteras, próximas al casco urbano, y las fábricas resulta obligado.

La unión entre Macael y su oro blanco le han llevado a reavivar el inicio histórico de esta industria con la recreación de «Canteros y Caciques, en lucha por el mármol» que difunde con el apoyo de la Diputación de Almería, no sólo sus orígenes sino también el devenir histórico de la provincia ligada a esta piedra.

Los invernaderos de la provincia se han ganado un hueco en la oferta complementaria. Conocida como la «huerta de Europa», la región realiza actividades innovadoras en sus invernaderos para dar a conocer esta actividad. Las visitas guiadas por los distintos tipos de instalaciones agrícolas, explicando su historia, tecnología y productos, se han convertido en un reclamo turístico en auge. La empresa pionera en hacer estas visitas, Clisol Agro, recibe cada año más de 7.000 visitantes que conocen los entresijos de la agricultura intensiva gracias a la labor divulgativa que realizan en una explotación agrícola ubicada en el mar de plástico de El Ejido donde es posible ver cómo se producen las frutas y hortalizas que se consumen a diario en toda Europa.

Turismo agrícola

El turismo agrícola e industrial de Almería es una actividad cultural y de ocio en auge y para toda la familia, pues se trata de una experiencia auténtica que refleja la personalidad del destino. El viajero puede hacer el seguimiento, de forma amena y didáctica, desde la semilla hasta que el producto se recolecta.