
Turismo
Los cinco mejores destinos en Francia para disfrutar de una escapada en pleno mes de julio
Nuestro país vecino posee una gran diversidad en cuanto a atractivos y entornos se refiere, por lo que es una de las opciones más tentadoras a la hora de viajar fuera de España

El año pasado, España recibió a la friolera de 83,7 millones de turistas. La cifra, que supone un aumento de casi un 19% respecto a la temporada anterior, ha posicionado a nuestro país entre los más visitados del mundo. Se nos prefiere como destino por encima de otras alternativas, tales como Estados Unidos, Italia o Japón. España lo tiene todo para hacerse con la gloria en el ranking... si no fuera por Francia.
Nuestros vecinos se mantienen imbatibles en el puesto de país más visitado del mundo, y no es para menos. En 2023, Francia logró la hazaña de haber recibido a 100 millones de turistas, un hito nunca antes visto. Esto evidentemente hace que nos preguntemos el secreto detrás de su éxito. Es por ello que hemos recopilado en este artículo los cinco mejores destinos para disfrutar de un verano 'a la francesa'.
Aix-en-Provence, el encanto mediterráneo
A tan solo una hora en coche desde Marsella, Aix-en-Provence es definitivamente la mejor alternativa para aquellos que quieren admirar la belleza provenzal sin necesidad de hacer la típica parada en Niza o Toulon. La ciudad posee un notable patrimonio arquitectónico en su centro histórico, sobre todo de los siglos XVII y XVIII.

El 'Festival d’Art Lyrique' de la ciudad transforma cada verano sus patios y teatros históricos en escenarios vibrantes de ópera y música clásica. Además, fue la ciudad natal del legendario pintor francés Paul Cézanne. Si buscas una ciudad donde el arte y el sol se den de la mano, este es tu destino de vacaciones.
Annecy, un bastión de paz en las montañas
Annecy, conocida como la 'Venecia de los Alpes', combina el encanto de un casco antiguo medieval con paisajes naturales espectaculares. Sus canales, que serpentean entre casas de colores pastel, crean una atmósfera tranquila y romántica, ideal para pasear sin rumbo. Ofrece actividades al aire libre todo el año, desde deportes acuáticos hasta senderismo y ciclismo por los Alpes.

La ciudad también destaca por su compromiso con la sostenibilidad, con un fuerte enfoque en movilidad verde y conservación del entorno. Pequeñas galerías, librerías independientes y cafés culturales enriquecen la vida urbana con propuestas locales. En invierno, la cercanía con estaciones de esquí la convierte en una base ideal para explorar los Alpes. Así, Annecy combina lo pintoresco con lo innovador, y lo tradicional con lo moderno.
Centro-Valle del Loira, una región de cuento
Conocida por sus castillos renacentistas y paisajes fluviales, esta región francesa conforma un territorio lleno de historia viva y encanto rural. Son pueblos como Chinon los que enriquecen al visitante a la hora de atreverse a viajar por el río más largo de Francia, a la vez que se degustan los mejores vinos en los impresionantes 'châteaux'.

La región es ideal para recorrer en bicicleta, gracias a la ruta La Loire à Vélo, que permite descubrir viñedos, abadías y pueblos escondidos sin prisas. El compromiso con la sostenibilidad y la valorización del territorio le ha valido el reconocimiento como Patrimonio Mundial por la UNESCO. En definitiva, es una apuesta segura por las vacaciones en un paraíso rural.
Burdeos, de los vinos a las dunas
Una de las ciudades más populares entre los turistas españoles, Burdeos sabe cómo enlazar el arte contemporáneo con la cultura típica de Aquitania. El paseo a orillas del Garona invita a disfrutar sin prisa del ritmo bordelés. El centro de la ciudad es un entorno jovial que invita a mezclarse entre la gente, de espíritu extrovertido; es una gran opción si te gusta socializar en tus viajes.

Aunque la foto parezca pertenecer a un destino tropical, el paraje en cuestión está a minutos de Burdeos. La Dune du Pilat, la duna más alta de Europa, es una maravilla natural que sorprende por su inmensidad y su belleza cambiante. Situada entre el bosque de las Landas y el océano Atlántico, ofrece un espectáculo único de contrastes: el azul del mar, el verde de los pinos y el dorado de la arena. Es uno de esos sitios que quita el hipo y que merece la pena visitar para desconectar.
París, la ciudad del amor
Construida hace más de 6000 años, poco imaginaban los parisinos de antes de Cristo el fenómeno que iba a suponer una ciudad bañada a orillas del Sena. Es el tercer destino más visitado del mundo, tan solo por detrás de Londres, que se lleva la medalla de plata, y Bangkok, la joya exótica del sudeste asiático que se alza como campeona del ranking.

Si bien conocemos de sobra la Torre Eiffel, los Campos Elíseos y el Museo del Louvre, la capital gala presume de la más amplia oferta cultural. El mejor aliciente para descubrir lo que la ciudad tiene para ofrecernos es simplemente sumergirse en ella, perderse por los distintos barrios y explorar las diferentes maravillas, tanto gastronómicas como culturales, que esconde cada rincón.
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