Vacaciones
El mapa de la mágica Navidad de Londres
El frío de diciembre invita a muchos españoles a buscar playa y sol durante las fiestas navideñas. Sin embargo, son otros muchos los que cada año deciden perderse en la vorágine del centro de Londres, cuyas calles principales acogen a millones de turistas de todo el mundo dispuestos a dejarse deslumbrar por el festival de luces, escaparates, decoración y ambiente. El encendido del alumbrado navideño de la calle más comercial de la ciudad, Regent Street, marca en Londres el inicio de las fiestas durante las semanas previas a la Navidad propiamente dicha, todo un acontecimiento tanto a pie de calle como en las redes sociales. Precisamente una de las actuaciones más esperadas en ese evento fue la del reparto del musical «Charlie y la fábrica de chocolate», basado en el libro infantil de Roald Dahl, que lleva más de dos años de incuestionable éxito en el West End. Pocos pueden resistirse al encanto de los inolvidables personajes de Dahl, con Willy Wonka y a los «Oompa– Loompas» al frente. También en el West End se representa «El curioso incidente del perro a medianoche», basada en la novela homónima de Mark Haddon, un fenómeno editorial en todo el mundo hace algunos años. La obra se caracteriza por una puesta en escena moderna y efectista aunque sorprendentemente sencilla, y por combinar de forma magistral emoción, humor y mensaje social sin atisbo de cursilería o moralina.
El té de las 5 se viste de Navidad
En los últimos años, la solemne tradición del té de la tarde («afternoon tea») se ha actualizado para cobrar relevancia y ofrecerse así como una atracción más de la ciudad. Hoy por hoy no hay hotel de lujo en Londres que no ofrezca una carta específica para este momento, al que se unen también grandes almacenes y, cómo no, salones de té clásicos o pequeñas confiterías decoradas al detalle. La hora clásica del té ocupaba entre las tres y las cinco de la tarde, aunque en la actualidad el «afternoon tea» se sirve a partir de las 13:00 h y en algunos establecimientos hasta las 19:00 h. La variedad de manjares disponibles es inmensa, ya que las nuevas tendencias culinarias británicas han ido renovando y mejorando los sándwiches de pepino y los «scones» para incluir fabulosas creaciones saladas y dulces, acompañadas de té y algún cóctel o copa de champán.
La Navidad es la época idónea del año para descubrir este pequeño gran placer tan representativo de la capital británica. Entre los lugares más recomendables se encuentra el Scoff & Banter, en Seven Dials, con un menú inspirado en la producción de «Matilda». En el magnífico hotel One Aldwych, perfectamente ubicado en el corazón de Covent Garden para asistir a las funciones del West End, la inspiración es «Charlie y la fábrica de chocolate».
También es posible tomar el té del legendario establecimiento Fortnum & Mason en el «pop-up store» (tienda temporal) situada en la espectacular pista de hielo que se monta cada invierno en Somerset House, uno de los puntos más emblemáticos del Strand. No es la única. Quizá la más popular pista de hielo se ubica en Hyde Park, dentro del festival alemán «Winter Wonderland», una especie de parque temático navideño, con toda clase de puestos y tiendas de esculturas de hielo, atracciones, áreas de juego, exhibiciones acrobáticas y actuaciones musicales. Otras pistas de hielo, quizá menos transitadas son la situada en la zona del Museo de Historia Natural o la que se encuentra en los alrededores del London Eye.
El principal punto neurálgico de la Navidad londinense es la plaza de Trafalgar: resulta imprescindible acercarse a escuchar los coros que esos días interpretan villancicos ante el imponente árbol que preside la plaza y que Noruega regala anualmente al Reino Unido desde hace casi 70 años.
En los aledaños se encuentra un restaurante que abrió sus puertas este 2015, cuya dirección se afana en presentar una cocina británica renovada en la que la materia prima nacional es protagonista absoluta, The Strand Dining Rooms. Otro de los restaurantes más frecuentados de la zona es el Portrait Restaurant, en la National Portrait Gallery, que permite disfrutar de las imponentes vistas no sólo de la plaza, sino de toda la zona centro: Whitehall, las Casas del Parlamento o el Big Ben, y que presenta una exquisita variedad de platos de inspiración internacional.
Pantomimas, tradición eterna
Aunque para nosotros la palabra posee otra connotación, una de las tradiciones más apreciadas por los londinenses es la de las pantomimas. Surgieron a principios del siglo XIX como una forma popular de celebrar la Navidad entre las clases menos pudientes, con un marcado componente de evasión y algo de espíritu crítico, pero siempre como una forma de entretenimiento familiar y festivo. Se trata de un espectáculo de comedia musical basado de forma libre en algún famoso cuento. Incluye música, baile y magia, y el texto cómico suele estar plagado de dobles sentidos y juegos de palabras que dan pie a la audiencia para participar en la función. Las pantomimas se representan únicamente durante la temporada festiva y al otro lado de la ciudad, en el conocido como East End. Este año destacan las producciones de «Cenicienta», en el Teatro Ashcroft, y «Jack y las judías mágicas», en el Hackney Empire. También existe la Navidad fuera del circuito más turístico de Londres. De hecho, prácticamente todos los barrios de la ciudad cuentan con algún que otro mercadillo navideño. En el East Village se celebra este año por primera vez el conocido Christmas Makers Market, en el que pueden adquirirse piezas de artesanía, cuero, bisutería y cerámica de marcas y profesionales independientes, además de celebrarse talleres en los que los propios artesanos enseñarán sus técnicas, para que el regalo que realicemos sea de verdad personal.
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