Si ves el nombre de Tom Hanks en una película, posiblemente tenga ese mínimo de calidad que hace que merezca la pena verla. No es un secreto para nadie decir que Tom Hanks tiene un don para meterse en la piel de cualquier tipo de personaje. El actor es bien conocido por su capacidad camaleónica en muchas producciones que consiguen sacarte alguna que otra lagrimilla.

Pese a que está lejos de ser una de sus mejores películas, Tom Hanks vuelve a sacar lo mejor en El peor vecino del mundo. Aquí, interpreta a Otto Anderson, un viudo bastante gruñón que parece haberle declarado la guerra al mundo tras perder a su mujer. Su vida se convierte en un bucle de rutinas aburridas y quejas constantes. Sin embargo, todo cambia cuando una familia joven y ruidosa se muda a la casa de al lado.

Esta película es capaz de conmoverte

Lo que empieza como una comedia ligera sobre un cascarrabias enfrentándose a vecinos entrometidos se transforma en algo mucho más profundo. He de confesar que no conseguía conectar con la película durante la primera mirada, pero una vez que se comienza a descubrir más sobre la vida de Otto Anderson, el filme se convierte en un viaje emocional que te golpea justo cuando menos lo esperas.

Y es que la magia de esta película no solo está en la calidad de Tom Hanks, pese a que él lleva a su espalda el mayor peso de la película. El peor vecino del mundo también destaca por su manera de retratar la soledad, y la forma en que la vida, a veces, te empuja a reconectar con eso que creías extinto. Mariana Treviño es la actriz que hace de Marisol, la vecina optimista que supone ese contrapunto perfecto a la personalidad compleja de Otto.

Es su energía chispeante la que choca constantemente con el mal humor de Otto y, poco a poco, va rompiendo su escudo. Existe algo tan humano en esa relación imposible que te hace creer en las segundas oportunidades, incluso cuando parece que el mundo ya no tiene nada bueno que ofrecerte.

No te voy a mentir, la película tiene momentos predecibles y algún que otro cliché, pero son obstáculos que sabe sortear para llegar a una propuesta final que resulta efectiva. Los flashbacks que revelan el pasado de Otto, con un Tom Hanks joven interpretado por su hijo Truman, son lo que te permite conectar con una historia que al principio resulta muy insípida.

No te quiero estropear el final, pero es uno de los que consiguen romperte el corazón. Si buscas algo que ver en Netflix que te saque una sonrisa, esta es la película que estabas buscando. Está lejos de ser perfecta, pero tiene alma. Tom Hanks te lleva de la mano por una historia que empieza con gruñidos y termina con un nudo en la garganta. Déjate llevar en esta película que te estremecerá.