Whitney Houston, ¿asesinada?

No fue una sorpresa y hubo que esperar a ver las fotografías con su cuerpo para confirmar que, esta vez, era verdad: Whitney Houston había muerto. La trayectoria de la cantante y su relación con las drogas la habían colocado en numerosas ocasiones en los obituarios de algunos medios de comunicación y su representante se veía obligado a desmentir los rumores una y otra vez. Pero, lo que a muchos les ha parecido lógico, a otros no les acababa de convencer. Por este motivo, tras la tragedia, se contrató al detective privado Paul Huebl, quien acaba de provocar un revuelo al afirmar que Houston no murió «accidentalmente» como apunta el informe del forense, sino asesinada por un importante traficante de drogas con el que tenía una deuda que superaba el millón de euros.

Las cintas del hotel

Huebl contradice la versión del forense, quien sostiene que la cantante murió ahogada en la bañera del hotel tras haber ingerido un cóctel de cocaína, marihuana y medicinas. El detective ha reunido una serie de pruebas que apuntan en una dirección mucho más macabra y que ya ha puesto a disposición del FBI. «Si se analizan todos los detalles, creo que podríamos estar hablando de un Asesinato con "a"mayúscula», asegura el detective. Para empezar, ha conseguido unas cintas de vigilancia del hotel en las que, según mantiene, se puede ver al menos a dos hombres entrando en la habitación de la cantante. Además, el cuerpo de la artista presentaba heridas «propias de una persona que se ha defendido para salvar su vida», explica Huebl, quien además sostiene que la habitación había sido saqueada.

El investigador asegura conocer detalles de los momentos previos a la muerte de Houston que también dan sentido a su versión. «Ella recibió un envío de cocaína el día anterior y exclamó: "Estoy cansada de esta mierda", pero no refiriéndose a la droga en sí, sino a los problemas derivados de lo que debía al traficante». Así, la hipótesis del detective es simple: dos matones habrían acudido a la habitación en relación a la deuda.

Huebl, policía retirado que se hizo actor cuando dejó el cuerpo y que ahora ejerce de detective privado, director de documentales y periodista de investigación, ha prometido en su cuenta de Twitter respecto al caso Houston que «ningún malhechor se irá de rositas».