Pequeño Nicolás

El «simpa» del Pequeño Nicolás

Dejó por pagar 500 euros en un restaurante de Madrid. La Policía le detuvo poco después en una discoteca

Francisco Nicolás Gómez Iglesias, a la salida de los juzgados de Plaza Castilla, el pasado mes de diciembre
Francisco Nicolás Gómez Iglesias, a la salida de los juzgados de Plaza Castilla, el pasado mes de diciembrelarazon

J.M Zuloaga.- Un «simpa» a la carrera y por la calle Serrano de Madrid. Francisco Nicolás Gómez Iglesias, el «Pequeño Nicolás», protagonizó, en la madrugada del jueves al viernes, unos hechos que han tenido como consecuencia su imputación por un presunto delito de estafa.

Un «simpa» a la carrera y por la calle Serrano de Madrid. Francisco Nicolás Gómez Iglesias, el «Pequeño Nicolás», protagonizó, en la madrugada del jueves al viernes, unos hechos que han tenido como consecuencia su imputación por un presunto delito de estafa. Según informaron a LA RAZÓN fuentes de la investigación, en la noche del jueves Gómez Iglesias estaba cenando en un conocido restaurante con un grupo de amigos, entre los que, al parecer, se encontraba una amiga suya que tiene una gran repercusión mediática. La factura ascendía en esos momentos a unos 300 euros. En un determinado momento, se presentaron en el local unas 10 o 12 personas, conocidas de Nicolás, que realizaron consumiciones. Después, fueron abandonando poco a poco el restaurante y el último en hacerlo iba a ser el «pequeño Nicolás». Los camareros le advirtieron de que faltaban por pagar 500 euros, como consecuencia de lo consumido por los que llegaron terminada la cena.

Gómez Iglesias se negó en rotundo a hacerse cargo de la factura y en el revuelo que se montó a continuación, aprovechó un momento de descuido para salir a la carrera del restaurante, cruzar la calle Serrano, y entrar en una discoteca que está enfrente. Fue tal la velocidad que emprendió en su huida que los empleados no pudieron hacer nada para retenerle.

Desde el restaurante llamaron a la Policía, que mandó un «Z». Los agentes se dirigieron a los porteros de la discoteca, a los que preguntaron si había entrado Gómez Iglesias. Les rogaron que le invitaran a salir y, en un lugar discreto, le preguntaron si estaba dispuesto a hacerse cargo de la factura. Ante su negativa, y ante la posibilidad de que pudiera haber cometido, por su cuantía, un delito de estafa, le condujeron a la Comisaría del Distrito de Salamanca, donde quedó detenido hasta las 8:15 de ayer, cuando se presentó su abogado y fue puesto en libertad.

Representantes del restaurante acudieron a las dependencias policiales para manifestar que no querían seguir con la denuncia adelante, que no se iban a personar como perjudicados. Sin embargo, al existir atestado policial el asunto terminará en los juzgados. Gómez Iglesias se ha negado en todo momento a declarar ante la Policía.