Iñaki Zaragüeta

La realidad es verdad

Da la impresión de que las teorías de Kant son las que imperan en los entornos mediáticos madrileños. En su «Crítica de la razón pura» el filósofo alemán sostiene que el sujeto, la persona, no encuentra al objeto como algo dado sino que lo construye. Dicho en vacas y cerdos, que las cosas no existen en sí mismas, sino en función de que alguien las perciba.

Ésa es la sensación que me han dado la mayoría de los analistas de la villa y corte, al decidir que Alfonso Rus, el presidente de la Diputación de Valencia, suspendido cautelarmente de militancia por unas grabaciones, es el que cuenta el dinero «un, dos... 2.000, 3.000, ... 12.000... dos milions de pelas». Con ello se ha quedado. Los apelativos no se han hecho esperar: «Cuentadineros»; «cuentabilletes».

La realidad es otra. Por más que se empeñen los contertulios capitalinos, la voz principal es de Marcos Benavent, el estrecho colaborador de Rus que ha grabado durante casi diez años innumerables conversaciones y, al parecer, a gran cantidad de personas. Un ejemplo por el que la teoría de Kant hace aguas. La realidad existe aunque haya quien no la perciba.

Esto no libera a Rus, quien se equivoca al mantenerse en los cargos. Su permanencia en el ojo del huracán no le producirá más que disgustos. A él y a las personas más allegadas. Y porque perjudica gravemente al partido, al que debe lealtad, a pesar de que se crea objeto de una gran injusticia. Es verdad que nadie en el PP ha sido echado a las tinieblas en su situación. Por desgracia para él, su caso ha sido desvelado en periodo de especial sensibilidad política, en campaña electoral. Así es la vida.