Enfermedades raras

Los padres de Nadia gastaron 600.000 euros en fines distintos al tratamiento de la niña

Desde que en 2008 los padres iniciaron una campaña para lograr donativos, la familia había logrado reunir 918.000 euros en donaciones

Algunos de los objetos intervenidos en el registro del domicilio de los padres de Nadia.
Algunos de los objetos intervenidos en el registro del domicilio de los padres de Nadia.larazon

Desde que en 2008 los padres iniciaron una campaña para lograr donativos, la familia había logrado reunir 918.000 euros en donaciones

La rara enfermedad de Nadia Nerea les ha salido rentable presuntamente a sus padres, Fernando Blanco y Marga Garau. Los torneos, las subastas, los programas de televisión y demás iniciativas solidarias organizadas desde el año 2008 para recaudar fondos para el tratamiento de la niña reportaron más de 900.000 euros, que nunca se destinaron a tal fin.

Según desvelaron ayer los Mossos d’Esquadra, los donativos solidarios no se utilizaron para costear consultas médicas ni operaciones de envergadura. De todo el dinero recaudado, los padres de Nadia se han gastado hasta la fecha más de 600.000 euros en asuntos personales y en la adquisición de productos de lujo. Tras registrar su domicilio familiar en el pequeño municipio de Fígols d’Organyà (Lleida), la Policía catalana encontró 1.850 euros en efectivo, 32 relojes valorados en más de 50.000 euros, tres tabletas electrónicas y tres teléfonos móviles, todos ellos de alta gama, además de marihuana.

El pasado miércoles, los Mossos arrestaron a Fernando Blanco, después de saltarse un control policial en la Cerdanya, muy cerca de la frontera con Andorra. En el momento de la detención llevaba encima casi 1.500 euros en efectivo, diversos dispositivos electrónicos y un arma de fogueo con algunos cartuchos. Horas después, su mujer también pasó disposición judicial.

El magistrado que lleva el caso decidió bloquear todas las cuentas del matrimonio y estudiar los movimientos bancarios para determinar si existe un delito de estafa. Los padres de Nadia tenían dos cuentas en dos entidades bancarias distintas con un saldo de 319.000 euros, que no se dedicaron a la atención médica de su hija. Tampoco al pago del alquiler de la casa donde residían, un chalet unifamiliar, puesto que los 9.800 euros anuales que costaba eran asumidos íntegramente por la asociación Nadia Nerea para la Tricostromia, a través de la cual recibían los donativos.

Uno de los momentos en que los padres obtuvieron la suma más grande de dinero fue en un programa televisivo. Entre el 28 de noviembre y el 5 de diciembre recaudaron 300.000 euros. La Policía todavía trabaja para averiguar el número total de personas presuntamente estafadas por el matrimonio, si bien adelantaron que se trataría de muchas.

El abogado de la familia, Alberto Rodríguez, explicó ayer que la pareja no tenía ninguna propiedad a su nombre que justificase la estafa. Pero cabe recordar que Blanco no podía aparecer como propietario si no quería ser embargado, ya que tiene una larga trayectoria de impagos en Mallorca, su anterior ciudad de residencia, entre ellos el de una hipoteca. De ahí, que utilizase la cuenta de la asociación para comprar un coche de 24.500 euros.

Pero los engaños del matrimonio trascendían lo económico. Varios pediatras del Alt Urgell, zona de residencia de la menor, habrían contactado con un centro hospitalario de niños de Barcelona donde tratan este tipo de enfermedades, pese a la oposición del padre de la menor, que explicó que el tratamiento lo traían desde Mallorca y Houston, aunque los informes policiales desvelan que Blanco nunca ha salido de la Unión Europea. Paralelamente, el pediatra de cabecera de la niña se interesó por obtener informes médicos de la niña, también sin éxito.

Ayer, tras 42 horas de detención, Fernando Blanco fue trasladado al juzgado de la Seu d’Urgell (Lérida) para dar explicaciones sobre el destino de las donaciones solidarias. La Fiscalía pidió prisión comunicada y sin fianza. «Tras la declaración del padre, se solicitó prisión comunicada y sin fianza por indicios claros de delitos graves, por riesgo de fuga y riesgo de destrucción de pruebas», explicó el fiscal jefe de Lérida, Juan Boné.

El juez de la Seu d’Urgell que investiga el caso atendió a estas peticiones y dictó anoche prisión sin fianza para el padre y dejó en libertad con cargos a la madre. Ambos siguen manteniendo que «su único fallo ha sido exagerar un poco la historia» de su hija, una niña que sufre tricotiodistrofia, una enfermedad genética que no tiene cura y que causa retraso intelectual, piel escamosa, alteración en el cabello y problemas oculares. Pese al relato de Fernando Blanco en los platós de televisión, no existe ninguna operación ni tratamiento experimental para esta rara afectación. Tampoco está demostrado que lleve aparejada una corta esperanza de vida, la excusa que utilizaba constantemente el padre de Nadia para captar fondos.

En los últimos tiempos, aderezaba la historia con el relato de su propia desgracia personal, un supuesto cáncer de páncreas con metástasis en el hígado, que habría renunciado a tratarse para centrar todos los esfuerzos en su hija. No obstante, el hospital donde Blanco dijo haber recibido el diagnóstico, la clínica Teknon de Barcelona, niega tener ningún registro en este sentido.

Después de que se haya destapado todo el fraude, los padres lamentan que «se han quedado solos». Gran parte del pueblo de Fígols d’Organyà le ha dado la espalda, pese a que muchos siguen sin creerse la trama urdida por el matrimonio para enriquecerse con la enfermedad de su hija. El sentimiento de decepción se ha extendido en este pequeño pueblo de 800 habitantes, que desde que apareció Nadia se ha volcado con la organización de iniciativas solidarias en búsqueda de fondos para los supuestos tratamientos inventados por el padre, y que ahora se ha destapado que no existen. El más kafkiano, una «manipulación genética prohibida en España» a través de «tres agujeros en la nuca».

De las historias más extravagantes inventadas por Blanco es el viaje a Afganistán para localizar la supuesta cueva donde se escondía el mayor experto en tricodistrofagia del mundo. También aseguró haber viajado con Nadia a numerosos países como Guatemala, India, Panamá, Rusia, Brasil, Argentina, Finlandia, Cuba y Chile, pero los informes policiales desmontan por completo su versión.