
Gastronomía
Del laboratorio al plato: el Aceite de Oliva Virgen Extra conquista la cocina molecular
El AOVE, que pasa de ser un simple aliño a un ingrediente clave en la creación de nuevas texturas, sabores y experiencias culinarias

La alta cocina está atravesando una revolución silenciosa y apasionante gracias a la gastronomía molecular, una corriente que fusiona ciencia y arte para convertir los alimentos en experiencias sensoriales únicas. No se trata solo de innovar en la presentación, sino de comprender la cocina desde su base química y física, aplicando técnicas como la esferificación, la gelificación, la cocción al vacío o las emulsiones para crear nuevas texturas, sabores y formas que sorprenden al comensal.
En este escenario de creatividad e innovación, el Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) se ha consolidado como un ingrediente esencial. Su pureza, riqueza sensorial y valor nutricional lo hacen ideal para chefs que buscan diferenciarse y aportar un extra de sofisticación a sus platos. Lejos de ser un simple aliño, el AOVE se convierte en una materia prima capaz de aportar carácter, profundidad y complejidad a cada elaboración.
La cocina molecular con AOVE ofrece un abanico de posibilidades: permite crear texturas sorprendentes como perlas líquidas que estallan en la boca, espumas aromáticas ligeras y polvos crujientes. Su resistencia al calor lo hace perfecto para cocciones a baja temperatura, manteniendo intactas sus propiedades saludables. Además, es excelente para elaborar emulsiones y salsas suaves, ligeras y nutritivas, que elevan el plato sin ocultar los sabores principales.
Gracias a este enfoque, platos tradicionales pueden transformarse en auténticas experiencias futuristas: una ensalada se convierte en un jardín comestible con perlas de AOVE; un postre se realza con una espuma ligera de aceite, y una carne cocinada al vacío se acompaña con una emulsión templada que potencia su sabor sin enmascararlo. El aceite de oliva deja así de ser un complemento para convertirse en el centro de atención del plato.
Palacio de Los Olivos: excelencia reconocida en cada gota
En este escenario, el Aceite de Oliva Virgen Extra Palacio de Los Olivos se presenta como el aliado perfecto para llevar la cocina de vanguardia a otro nivel. Este AOVE de calidad excepcional, elaborado a partir de aceitunas selectas mediante un cuidadoso proceso de producción, destaca por su capacidad para realzar sabores y abrir nuevas dimensiones culinarias. Su excelencia ha sido reconocida internacionalmente, siendo considerado el mejor del mundo en la variedad Picual durante ocho años consecutivos, según el prestigioso ranking “The EVOO World Ranking”. Asimismo, su variedad Arbequina ha sido galardonada como la mejor de su categoría durante tres años seguidos.

Este reconocimiento se debe a una filosofía centrada en el cuidado del olivar, el respeto por el entorno natural y el compromiso absoluto con la calidad en todas las fases del proceso, desde la recolección temprana hasta la extracción en frío. La variedad Picual de Palacio de Los Olivos destaca por su cuerpo, su perfil afrutado con notas de hierba fresca, planta de tomate, kiwi y hierbas aromáticas, además de un amargor y picante equilibrados. Por su parte, la Arbequina es más suave y aromática, con matices que evocan alcachofa fresca, manzana verde, frutos rojos y un delicado regusto a almendra.
Con más de 200 premios nacionales e internacionales, los aceites de Palacio de Los Olivos no solo conquistan a los expertos, sino también a los paladares más exigentes. Hoy, en plena revolución de la alta gastronomía, se posicionan como piezas clave para una cocina que mira al futuro sin perder de vista la esencia del buen producto.
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