Estreno

«Agosto»: Depredadora Streep

Dirección: John Wells. Guión: Tracy Letts, según su propia obra. Intérpretes: Meryl Streep, Julia Roberts, Juliette Lewis, Sam Shepard. EE UU, 2013, 119 minutos. Drama.

«Agosto»: Depredadora Streep
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Como «La duda», «Agosto» gira en torno a una actriz-depredador que muerde el aire cuando un compañero de jaula intenta encontrar su lugar en el encuadre. Es Streep haciendo de sí misma, quitándose la máscara (o la peluca) de enferma de cáncer (de boca, para más inri) para ponerse otra (la de madre castradora, o la de diva oscarizable) y eclipsar el brillo de las estrellas que la acompañan como animadoras de segunda. La familia como gran teatro del exabrupto decadente y el secreto tremendista, ése es en apariencia el tema del laureado texto de Tracy Letts. Pero no: el núcleo duro de la obra está en cómo ser actor y sobrevivir en el intento. La vida como ese último papel goloso y desgarrado, propio de la materia en bruto de la Gran Novela Americana que se desparrama en una sucesión de Grandes Escenas Gritonas a lo Edward Albee. El problema no es el arqueo de cejas de Streep, sino la condensación temporal de los conflictos de la obra original, que duraba casi cuatro horas con dos intermedios, y que le dan un aspecto demasiado mecánico. John Wells dirige con el piloto automático, sin acordarse de que a veces hay que filmar pensando en el cuerpo del actor, en sus gestos, más allá del texto que recita. Cuando Streep no está en escena, Letts –cuyo acercamiento al Gótico Grotesco era mucho más extremo y radical en «Bug» y «Killer Joe»– tiene demasiada prisa por buscar momentos de lucimiento al resto del reparto, haciéndolos desaparecer tras la escena crucial del filme, la cena que reúne a la familia después de la muerte del páter familias.