«Alabama Monroe», en busca de un Oscar a la emoción

Después de «La gran belleza», de Sorrentino, y «La caza», de Vinterberg, parecía que la emoción en la categoría de mejor película de habla no inglesa en los Oscar iba a brillar por su ausencia: la primera, sobre todo, se había convertido en favorita casi indiscutible hasta que llegó la belga «Alabama Monroe», una historia de amor dirigida por Felix Van Groening. Él es un músico ateo y amante de la cultura norteamericana. Ella, una tatuadora católica. Se casan y tienen una hija. Cuando le es diagnosticada una grave enfermedad a la pequeña, toda la felicidad que habían vivido se trunca y comienza una historia radicalmente distinta. «Son personas muy diferentes y todo va bien hasta que ocurre una tragedia. La película muestra en qué medida la religión puede influir, en cómo nos enfrentamos a la vida y a la muerte. Se trata de un gran debate llevado a un caso particular», explica el director, que firma con esta cinta una adaptación a la gran pantalla de una obra de teatro que encuentra en la música un apoyo fundamental. «Influyó muchísimo, incluso en el look de la película», añade. «Alabama Monroe» viene precedida por un notable éxito en festivales de todo el mundo, como el de Tribeca (donde fue premiado su guión y la actriz protagonista) y en galardones de las academias europeas, como la de Francia, que la destacó como mejor película extranjera. Así que si se lleva el Oscar el próximo 2 de marzo, que nadie se extrañe.