La «reserva de votos socialistas del Sur de Europa» se seca

Los críticos del PSOE-A no quieren lecturas «triunfalistas» de los resultados electorales de la noche del 10-N porque Andalucía puede dejar de ser la base milagrosa de todo el edificio del partido a nivel estatal. De un lado ayer, el secretario de Organización de los socialistas en la comunidad, Juan Cornejo, aseveraba que la líder de su formación, la secretaria general Susana Díaz, había salido «reforzada» de la cita con las urnas tras un «grandísimo resultado», de acuerdo a lo recogido por las agencias. De otro, el responsable federal de Relaciones Institucionales de la formación y diputado nacional de nuevo por Sevilla, Alfonso Gómez de Celis, puso la lupa en declaraciones a Canal Sur Televisión en un «dato preocupante»: que las «tres derechas», PP, Ciudadanos y Vox, «suman más votos» que los dos partidos de izquierda, PSOE y Adelante Andalucía. Y no es el único que ve una victoria del PSOE teñida de ciertas amenazas.

En un receso de la reunión de la Comisión Ejecutiva Regional que los socialistas celebraron ayer, Cornejo, el brazo derecho de Díaz, subrayó que el partido ha ganado por quinta vez consecutiva en un año, lo que evidenciaría su «robustez y fortaleza». A esto cosió que ha sumado un escaño y ha logrado ser la opción elegida por los electores en «el 90 por ciento de los municipios» de la región. Son buenos datos objetivos. Si bien, fuentes de sectores críticos avisan de que «hace poco más de ocho o diez años, Andalucía era la reserva de votos socialistas del Sur de Europa, y ha pasado a convertirse en uno de los territorios donde más crece la extrema derecha». E insisten: «triunfalismos no, porque las derechas se afianzan en la comunidad».

Las fuentes consultadas por este diario lamentan que un recuento electoral más ha dejado claro que «Díaz no tira». «El electorado socialista andaluz se comporta de manera distinta cuando quien encabeza la lista y le pide el voto es ella, Pedro Sánchez o los alcaldes o alcaldesas del partido», sostienen. En ese punto, anotan que desde que la ex presidenta del Gobierno autonómico es la secretaria general del PSOE-A, «se han perdido votos elección tras elección. No ha aportado nada al partido en ese sentido», sentencian.

«No cabe que se venda una gran victoria –recalcan– porque la derecha y la extrema derecha acumulan ya más votos de los que tenemos nosotros y nos hemos convertido en la comunidad en la que más fuerte están, con respecto a las otras regiones en las que tradicionalmente el PSOE ha obtenido siempre buenos resultados».

Apuntan en concreto a Sevilla para hacer notar que la sangría de votos ha sido de «30.000». Lo atribuyen en parte a que «la campaña ha sido otra vez inexistente» y a que cuentan con «una dirección provincial que no gestiona, pero que tiene gestoras abiertas en al menos tres municipios, y los que puedan venir», deslizan.

Cornejo se refirió al ya ex líder de Ciudadanos, Albert Rivera, como ejemplo de quien cosecha malos resultados y tiene que dimitir. Los críticos también tienen réplica para eso. Recomiendan a Díaz que «tome nota», porque «el que gana es el que gobierna».