Recuperar «hasta el último céntimo» tras el fallo de los ERE

El consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Elías Bendodo, garantizó ayer en Málaga que el gobierno regional intentará “recuperar hasta el último céntimo” del dinero defraudado por los sucesivos gobiernos socialistas a partir de la sentencia de los ERE y avanzó que para ese fin la institución utilizará “todos sus esfuerzos”. Tras admitir que va a ser “un trabajo de chinos”, aseguró que se analizará “empresa a empresa, condenado a condenado" y lamentó que se esté intentando “blanquear lo que ha sido un gran fraude, una trama y un saqueo” desarrollado durante "muchos años de socialismo en Andalucía”.

Bendodo abundó en que “durante muchísimos años de socialismo, se utilizó dinero público, en torno a 700 millones de euros, para que el régimen continuara intacto” y apuntó que se llevó a cabo “un saqueo de dinero que se desvió y despistó para que se pudiera utilizar fines fraudulentos como es la compra de voluntades”. Según el dirigente andaluz, “no es cierto que esta sentencia no afecte al PSOE” al argumentar que “hubo una gran trama, desde la cúpula del partido hasta los mandos intermedios”.

Gracias a esa trama, la formación de izquierdas “acudía copada a las urnas” después de haber “comprado muchas voluntades para que les votaran, y eso no es pelear en igualdad de condiciones”.

Eugenio Chicano

Bendodo también anunció que el Museo de Málaga contará con una nueva sala temporal de 560 metros cuadrados, con una inversión de 140.000 euros, que llevará el nombre de Eugenio Chicano, el pintor y referente cultural de la ciudad que falleció esta semana a los 84 años de edad. Bendodo, que visitó la pinacoteca acompañado por la viuda del pintor, Mariluz Reguero, recordó que el artista “fue quien tuvo la primera iniciativa de decir: la Aduana para Málaga”, en un propósito que “algunos calificaron de utópico, de disparate, pero al final las grandes ideas son las que se convierten en grandes proyectos y en grandes realidades”.

No en vano, a la citada propuesta se sumó toda la ciudad y sus diferentes grupos políticos y el 12 de diciembre de 1997 Málaga “salió a la calle bajo el lema que fue 'La Aduana para Málaga’”, para reclamar al Gobierno de la Nación que se diera un uso cultural y no administrativo al edificio del museo.