La «Gran Manzana» de la cultura

La inauguración del nuevo acceso al edificio de la Fundación Cajasol en Sevilla tuvo lugar ayer, así como de los últimos espacios que quedaban para culminar la Gran Manzana Cultural de Sevilla: la Sala Velázquez, con más de 300 metros de superficie expositiva en lienzos de hasta 4,5 metros de altura y comunicada con el resto de zonas museísticas del edificio, incluido el patio central porticado, con capacidad para alojar a medio millar de visitantes, y la Sala Vanguardia, en la primera planta del edificio. En la presentación, el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, estuvo acompañado en el acto del vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, y el alcalde de Sevilla, Juan Espadas, entre otros altos cargos.

Un nuevo proyecto de remodelación y nuevos espacios que comenzó hace más de cuatro años, con la apertura de las salas Murillo y Antonio Machado, y cinco aulas para talleres; en 2017, el teatro; en 2018, la sala Salvador y la terraza; y este año, las salas Bécquer y Vanguardia, así como esta última sala Velázquez.

A estas hay que añadir el patio y otras salas para uso de la Ejecutiva y Consejo de la fundación. Con más de 12.000 metros cuadrados destinados a albergar una programación más ambiciosa y cuantitativa, en este proyecto se tendrá en cuenta varios puntos claves: conseguir unas infraestructuras acordes con las necesidades de la sociedad sevillana y andaluza, con su ubicación emblemática y con su carácter de Bien de Interés Cultural. «Cuando uno ve esto, tienes que estar haciendo muy bien las cosas porque has reunido en estos metros cuadrados lo mejor de las artes de la ciudad» apuntó sobre el proyecto la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo.