Coronavirus
Pedir dinero a Europa o emitir deuda
“Son tan pocas las certezas que ni siquiera es fácil saber si conviene tomar prestada la primera cantidad de la Unión Europea o conseguir el dinero emitiendo deuda española”
La memoria de la crisis de 2008 permite a la mayor parte de compatriotas tener en la cabeza la duda de si la crisis económica derivada de la pandemia será más o menos dura que aquella. Verdaderamente poco se puede responder con rigor pues, afortunadamente, las crisis económicas no se repiten con la periodicidad de un experimento de laboratorio. Pero lo anterior no impide que se realicen predicciones sobre la duración e impacto de la crisis que ahora se gesta.
Por ejemplo, podemos comparar el dinero que se ha puesto a disposición de España por la Unión Europea y compararlo con la cifra que se solicitó en el “rescate suave” de la banca española.
En la reunión del Eurogrupo del 9 de abril se acordó crear una nueva línea de crédito en el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) llamada “Pandemic Crisis Support” (PCS). Esta línea de crédito alcanza un volumen máximo orientativo del 2% del PIB de 2019 de cada Estado miembro. Para España esto supondría unos 25.000 millones de euros mientras que el préstamo solicitado en 2012 fue de menos de 42.000 millones. Las condiciones para acceder a este préstamo aún están por negociar en estas dos semanas. ¿Es suficiente este préstamo?
Hasta el momento son unos 3 millones de trabajadores los afectados por ERTE tramitados por los ceses de actividad. Aunque es difícil conocer con exactitud cuánto va a suponer esto en términos de gasto por protección al desempleo, es posible realizar algunos cálculos gruesos. Por ejemplo, si la base de cotización promedio a la Seguridad Social se situaba en 1.876 euros a finales de 2019, el 70 por ciento de la misma es la referencia para conocer que el gasto mensual en prestaciones por desempleo se elevaría a unos 4.000 millones de euros (M€) al mes. A este aumento de los gastos hay que sumar la disminución ingresos de la Seguridad Social derivada de la caída de las cotizaciones de trabajadores y empresas; en promedio un 30 por ciento del salario, esto es, otros 1.700 M€ al mes. Esto significa que en apenas cuatro meses ya habríamos agotado el préstamo de la Unión Europea.
Adicionalmente, la declaración del Eurogrupo nada dice acerca de los vencimientos medios del préstamo. El vencimiento medio del préstamo de 2012 a España para la recapitalización bancaria fue de 12 años. Si el vencimiento de este préstamo fuera de 5 años, el Tesoro español podría conseguir cómodamente el dinero emitiendo nuestra propia deuda dados los bajos tipos de interés a los que ahora se colocan las emisiones.
Sin embargo, no son los 25.000 M€ a los que nos hemos referido las únicas medidas de apoyo que ha puesto en marcha la Unión Europea como alternativa a la creación de un fondo de rescate creado con la emisión de deuda mancomunada (“coronabonos”). El Banco Europeo de Inversiones (BEI) se ha comprometido a movilizar 200.000 millones en préstamos para empresas y el fondo contra el desempleo propuesto por la Comisión Europea pondrá a disposición de los Gobiernos europeos otros 100.000 millones.
En definitiva son tan pocas las certezas que ni siquiera es fácil saber si conviene tomar prestada esta primera cantidad de la Unión Europea o conseguir el dinero emitiendo deuda española. Lo que sí parece es que una parte importante de la duración de esta crisis va a depender de la velocidad a la que se recupere la economía china. Precisamente la semana pasada se conocieron nuevos datos de su evolución. El PIB chino ha caído un 6,8 % desde marzo del año pasado hasta marzo de este año; la mayor caída desde que existen registros estadísticos. La caída de su demanda interna ha sido de una magnitud verdaderamente brutal; - 19 %. Sólo la moderada caída de su producción industrial (-1,1 %) da un pequeño respiro a los que aún piensan que esta será una crisis de salida rápida; en forma de la famosa V.
España tiene aún el respaldo financiero de la Unión Europea. Es un respaldo otorgado para intentar evitar la desconfianza creciente de la ciudadanía hacia las instituciones comunitarias. Aún es muy pronto para saber si será o no suficiente para puentear la crisis.
José Manuel Cansino Muñoz-Repiso es Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Sevilla e investigador asociado Universidad Autónoma de Chile.
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