Coronavirus
Reflejos del 25 de abril
“En temas de unidad, nuestro amables y respetuosos vecinos lusos nos han llevado siempre la delantera”
Zeca Alfonso entona tenue el arranque de “Grândola Vila Morena” en este 25 de abril con el mundo limitado por las ventanas. En el Parlamento andaluz Juanma Moreno llamó a la unidad al resto de partidos de la cámara para salir cuanto antes del laberinto en el que nos ha metido el Covid-19. En temas de unidad, nuestro amables y respetuosos vecinos lusos nos han llevado siempre la delantera. De su “excelentísimo dinosaurio” se deshicieron con una revolución pacífica, sin dar un tiro, y ahora el líder de la oposición, Rui Rio, apela a la unidad nacional para apoyar al presidente António Costa. Le ha deseado, además de suerte, “nervios de acero”, dejando de lado las miserias partidistas. Luego vendrán las críticas, si las hay, pero ahora no toca. Nada más y nada menos, pero aquí tendremos más problemas. La otra parte de la península no sabe bien de qué se trata aquello del medio y largo plazo, siempre espera cualquier debilidad para acabar con el contrario y pisarle el cuello. Con tal de salir victorioso, al español le importa muy poco quedarse tuerto en la batalla siempre que el enemigo lo haga ciego. La incidencia del virus en ambos países no se pueden comparar, ni la gestión de los gobiernos, pero la propuesta del presidente andaluz, su “todos a una”, choca lamentablemente con las miserias de un gobierno empeñado en no contar con las autonomías en la toma decisiones al dejarla como meras ejecutoras de su voluntad. Con este panorama, estos nuevos “Pactos de la Moncloa” mal camino. Parece, por los hechos, que poco sabían de comprar mascarillas y material sanitario cuando los han timado “como chinos” –qué gracia de comparación-, pese a las advertencias de las comunidades que conocen de sobra el mercado sanitario porque llevan años con las competencias en materia de sanidad transferidas. Es un ejemplo, también se puede recordar que Torra sigue proponiendo la república catalana como la mejor medicina contra la pandemia si queremos hinchar el perro por el otro lado. La cuestión es que aún estamos a tiempo de que oigan a los territorios para gestionar la salida de las casas, la vuelta a las aulas o la reactivación de los negocios y sectores estratégicos como el turismo. La unidad no significa ni actos de fe ciega ni sometimientos. El diálogo al que siempre apela Sánchez cuando le sale la mueca por las críticas que recibe su gestión tiene que ser en doble dirección. Andalucía ya ha dado, donde tiene que hacerlo, en el Parlamento, un paso para llamar a la unidad. Es necesario que en la misma dirección lo hagan el resto de territorios y lo entiendan en la Moncloa. O todos o el abismo.
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