Almería

Níjar tramita un proyecto para reconstruir y ampliar un cortijo como hotel en suelo protegido de Rodalquilar

Sobre suelo no urbanizable de especial protección por estar enclavado en el parque natural de Cabo de Gata

Imagen del Parque Natural Cabo de Gata
Imagen del Parque Natural Cabo de GataCarlos BarbaAgencia EFE

El Ayuntamiento de Níjar (Almería) ha admitido a trámite el proyecto para “reconstruir y ampliar una edificación para su uso como establecimiento hotelero “con siete habitaciones dobles y piscina en el paraje El Albardinal, en Rodalquilar, sobre suelo no urbanizable de especial protección por estar enclavado en el parque natural de Cabo de Gata.

El proyecto de actuación, a información pública por periodo de 20 días hábiles, indica que en la parcela, de 32.642 metros cuadrados, hay un antiguo cortijo en estado ruinoso de 195 metros cuadrados más 77 metros cuadrados correspondientes a corrales anexos.

Según expone la documentación, consultada por Europa Press, la edificación “resultante” de la intervención tendría “240 metros cuadrados de superficie construida” después de demoler la ruina existente “para su posterior reconstrucción y ampliación adaptándola al nuevo uso”.

El establecimiento hotelero, con posibilidad de camas supletorias, supondría la creación de dos puestos de trabajo con la realización de una inversión prevista aproximada de 600.000 euros y un plazo de ejecución de 12 meses.

Para argumentar la viabilidad económica del proyecto el promotor suma a los ingresos que se produzcan por el servicio de habitaciones, la cafetería y, en especial, “las actividades de turismo activo vinculadas al geoturismo y a la protección de la posidonia ofrecidas por el establecimiento hotelero”.

Añade que, así, la empresa, a pleno funcionamiento y en el escenario más probable, podría alcanzar un volumen anual de ingresos en torno a los 170.000 euros durante los primeros cinco años.

El proyecto de actuación que tramita el Ayuntamiento de Níjar señala que la edificación “garantiza la integración ambiental en el medio y la restauración de las zonas que puedan verse afectadas por el transcurso de las obras”, y que “guarda la armonía con arquitectura popular de la zona”.

Indica que no existe impacto “negativo” sobre los recursos naturales “ya que las acometidas de servicios de agua y luz se realizan de forma soterrada a la red municipal, y la evacuación de los vertidos “se realizará previo tratamiento de los mismo mediante una depuradora en el sótano de la edificación”.

Sostiene el promotor, asimismo, que al “aumento de superficie” que se propone sobre la edificación “original” se realiza “en todo caso sobre una misma cubierta y continuidad estructural” y precisa que bajo la superficie se proyecta un sótano “para ubicar principalmente las instalaciones del edificio”.

En esta línea, remarca que en la construcción “se mantienen los rasgos estéticos exteriores esenciales en sintonía con la tipología constructiva tradicional de la zona” y detalla que la piscina se proyecta “adoptando una forma rectangular con dimensiones por determinar”.

“En torno a la edificación, y como consecuencia de los movimientos de tierra propios de la construcción, se actúa sobre una superficie de terreno inferior a 500 metros cuadrados, aterrazando y ajardinando con especies autóctonas de la zona y, en cualquier caso, no invasoras”, recoge la documentación, que añade que en el “resto de la finca se mantiene el carácter agrario que ya poseía”.

El proyecto de actuación que inicia ahora recorrido administrativo indica que el suministro de agua y electricidad al establecimiento se hará “mediante sendas acometidas a las redes municipales existentes” a través de “líneas enterradas que discurrirán por el camino de acceso a la finca desde el punto de entronque hasta la ubicación de la edificación”.

Precisa, al hilo de esto, que podrá contar con un sistema de abastecimiento de agua apoyado en un aljibe y que se ha realizado un estudio de viabilidad para fuentes de energías renovables, en concreto, basadas en tecnología fotovoltáica.

El promotor asegura que la rehabilitación y reconstrucción para establecimiento hotelero “favorecerá nuevas orientaciones de turismo rural activo y de naturaleza, incluyendo el geoturismo y el vinculado a la conservación de la posidonia, generando empleo y manteniendo al sector de la hostelería como uno de los pilares de la economía del municipio de Nijar”, lo que, según subraya, “justifica el interés social del proyecto”.

Concluye que “no cabe esperar impactos urbanísticos, territoriales o ambientales significativos, ya que la intervención de reconstrucción y ampliación que se plantea, sigue las pautas establecidas por los servicios técnicos del parque natural en lo que respecta al tipo de edificación permitido en la zona”.

“Los recursos naturales no se verán afectados durante las obras de adaptación, al no realizarse vertidos y no utilizar sustancias contaminantes”, finaliza.

El Ayuntamiento de Níjar sacó a información pública en febrero el proyecto de actuación para la puesta en marcha de otro establecimiento hotelero en el camino de El Playazo, en el núcleo del parque natural de Cabo de Gata de Rodalquilar, con ocho habitaciones y piscina, y que se levantaría de forma parcial sobre unas construcciones “preexistentes” también en suelo no urbanizable de especial protección.

El proyecto de actuación se presentó para obtener Autorización Ambiental Unificada en 2018, pero la Delegación Territorial de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía detectó aspectos que lo hacían “inviable” y pidió a los promotores que subsanasen la documentación aportada e hiciesen “aclaraciones”.