Política
El Parlamento andaluz estrena normalidad con Susana Díaz de cuerpo presente
La Cámara andaluza volvió a la presencialidad total con la inesperada vuelta de la ex líder del PSOE-A tras prometer cargo en el Senado
Tras el verano y un día después de prometer el cargo en el Senado, como el dinosaurio del cuento de Augusto Monterroso, cuando despertó, Susana Díaz seguía en el Parlamento de Andalucía. El antiguo Hospital de las Cinco Llagas estrenó «normalidad» después de 558 días, el tiempo transcurrido desde el 5 de marzo de 2020, durante la pandemia, sin la presencia de todos los diputados, que hasta ahora asistían en turnos rotatorios. A las 16:05 horas, la presidenta del Parlamento andaluz, Marta Bosquet (Cs), tomó la palabra: «Señorías, vayan tomando sus escaños, que vamos a empezar la sesión plenaria». Y allí estaba, literal y metafóricamente de cuerpo presente, en el asiento de la presidencia del Grupo Socialista –supuestamente vacante con Juan Espadas como candidato del PSOE-A fuera de la Cámara– Susana Díaz. El diputado no adscrito Ignacio Molina pidió un minuto de silencio «por Carlos (Martínez Haro), el bombero fallecido». «Me parece adecuado», señaló Marta Bosquet.
Juró el cargo Ricardo Sánchez Moreno como diputado en sustitución de José Ignacio García (no adscrito que tuvo que dejar el escaño tras aprobar la oposición de Secundaria y por incompatibilidad del escaño con la docencia en prácticas), para «defender los servicios públicos y luchar contra las causas del cambio climático» y se eligió al diputado de Cs Sergio Romero como vicepresidente tercero de la Mesa, una sustitución en la portavocía del partido naranja –que ostenta ahora Teresa Pardo– por el método del ascenso o la patada hacia arriba, dentro de la guerra interna entre «marineros» y «herbívoros» en Cs.
El Parlamento siguió con el guión establecido y aprobó como proyecto de ley el decreto de la Agencia Trade, con 59 votos a favor, 27 en contra y cuatro abstenciones. La consejera de Empleo, Rocío Blanco, estrenó turno de intervención, de 14 minutos por siete de la oposición. Dos minutos después, Bosquet rogó «respeto» a sus señorías. Alejandro Hernández, de Vox, se confesó «obligado a apoyar» la propuesta de la consejera y también señaló que hay un «horizonte no muy lejano para las elecciones.» «¿Qué han hecho para autodenominarse Gobierno del cambio? Yo sé que les preocupa y les ha tenido hasta altas horas trabajando. Recorro Córdoba y los empresarios se quejan de que no encuentran trabajadores. Pasaba en agricultura y personal especializado de industria pero pasa también con un supermercado o un bar. ¿Cómo casa con las cifras de desempleo? Vivimos en un país en el que hay gente que tiene que trabajar muy duro para alcanzar el SMI pero al mismo tiempo hay un sistema establecido en el que se viene a alentar que haya personas que echan cuentas y les trae más cuenta quedarse en su casa, incluso perderían si salen a trabajar», se quejó el ex portavoz de Vox. El Parlamento convalidó modificar el decreto que amplía las ayudas a empresas para mantener el empleo y dio luz verde al decreto que permite a los ayuntamientos aplazar su deuda con la Junta para acceder a los Next Generation.
Los focos, al margen del debate, seguían en Susana Díaz, que incluso dialogó con Moreno a las puertas de la antigua capilla de las Cinco Llagas, ahora cámara plenaria. La ex presidenta del Gobierno andaluz durante el verano registró un documento solicitando su baja como presidenta del Grupo Socialista en el Parlamento y después otro renegando de esto, hasta que «se arregló» lo suyo en el Senado, con la presidencia de una comisión en sustitución de Marisa Bustinduy. El día que juró el cargo, Pedro Sánchez, al que no se le recordaba por la Cámara Alta, acudió al Senado. Y en el arranque de curso en la Cámara andaluza apareció la ex presidenta cuando en el PSOE-A ya –por fin– esperaban su baja. Aparte, Díaz ha confirmado su colaboración en dos programas de televisión como tertuliana. Se sigue a la espera de la renuncia a su acta en pleno proceso de renovación del PSOE de Andalucía.
El Gobierno de PP y Cs arrancó el curso político con la aprobación de dos decretos sobre la pandemia y la conversión de entes en la agencia Trade. La incógnita de las próximas semanas es si Vox finalmente apoyará las cuentas –dado que se da por sentado que el PSOE-A «tenderá la mano pero ofrecerá el puño»– y en si el nivel de fricción es suficiente para provocar un adelanto electoral que el Ejecutivo no desea en tanto prosigue la recuperación de la pandemia y en vista de la situación crítica de Cs. Por lo demás, aunque el portavoz del Gobierno, Elías Bendodo, abogó por alejar «la crispación» de la política cuando fue preguntado después del Consejo de Gobierno por la comparecencia de la mujer de Espadas en la comisión de la Faffe, el portavoz del PP en el Parlamento, José Antonio Nieto, señaló que su contratación es un caso de «enchufismo, nepotismo e intrusismo». Según Carmen Ibanco, accedió al puesto tras ver la oferta en un periódico y enviar un currículum. En la comisión admitió no conocer el programa habitual de trabajo de la Faffe, alegando que hacía otras funciones y que trabajaba con WordPerfect. Espadas era viceconsejero de Medio Ambiente cuando fue contratada en 2007. Vox, por su parte, se viene quejando de la complacencia del PP con Espadas.
En el debate sobre Educación, la Junta defendió el «enorme esfuerzo» inversor y en docentes en el nuevo curso y negó los «recortes» denunciados por PSOE-A. En el de Sanidad, el consejero Aguirre habló de la buena evolución de la incidencia de la pandemia; ya por entonces con el escaño de la presidencia del grupo socialista, además de vacante, vacío y dejando la incógnita en la Cámara de si el principal partido de la oposición en Andalucía sigue una estrategia cierta y escribe derecho con renglones torcidos, además de en WordPerfect.
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