Sociedad

Policía y Guardia Civil, «sobrepasados» por el narco en el Campo de Gibraltar: “La situación de los agentes está al límite”

Los sindicatos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado critican las condiciones en las que viven tanto ellos como los jueces o los funcionarios de prisiones

Agentes de la Guardia Civil durante uno de los registros realizados en la urbanización de Benharás en Los Barrios (Cádiz) en el marco de un amplio operativo contra la droga. EFE/A.Carrasco Ragel.
Agentes de la Guardia Civil durante uno de los registros realizados en la urbanización de Benharás en Los Barrios (Cádiz) en el marco de un amplio operativo contra la droga. EFE/A.Carrasco Ragel.A.Carrasco RagelAgencia EFE

Son las siete de la mañana y las carreteras del Campo de Gibraltar, esas que soportan el intenso tráfico de camiones de mercancías y conducen a los grandes polígonos industriales y al Puerto de Algeciras, comienzan a acelerar su pulso. En sus vehículos, los conductores se desayunan la última gran operación de la Guardia Civil contra el narcotráfico en el Estrecho. El desmantelamiento de un clan que, en los últimos diez años, ha logrado blanquear más de 4 millones de euros del tráfico de cocaína. Relojes de lujo, un lingote de oro valorado en 50.000 euros, numerosas obras de arte y 800.000 euros en efectivo son incautados en una operación en la que toman parte más de 200 agentes y que, entre sus detenidos, seis, figura un agente de la Policía Local de Algeciras.

«Da cierta pena, porque no paran de sacar programas, reportajes o también series, pero como casi enalteciendo la actividad delictiva, sin pararse a pensar en todo lo que eso envuelve. De hecho, muy pocas veces se preguntan cómo viven los hijos de los guardias civiles o policías que comparten aulas con los hijos de quienes viven del narcotráfico. Cómo sobrellevamos este ambiente de inseguridad continuo; cómo un juez puede afrontar una tarea tan ingente de causas sin medios ni tiempo real o, por poner otro ejemplo, cómo es el día a día de los funcionarios de prisiones que tratan directamente con los detenidos», lamenta María del Carmen Villanueva, secretaria general provincial de la AUGC (Asociación Unificada de Guardias Civiles) en Cádiz.

«La realidad es que la situación de los agentes sigue estando al límite, lo que ocurre es que se maquilla. No ha cambiado absolutamente nada». «Tanto es así», subraya, «que hace dos semanas hubo dos nuevas agresiones».

Arma intervenida en una operación antidroga. POLICÍA NACIONAL
Arma intervenida en una operación antidroga. POLICÍA NACIONALPOLICÍA NACIONAL MÁLAGAPOLICÍA NACIONAL MÁLAGA

«Hablan de refuerzos, pero esos agentes cuando vienen lo hacen por alguna operación en concreto; luego se van y todo vuelve a ser lo mismo. Nosotros nos quedamos y, además, al igual que nuestras familias, tenemos que vivir estigmatizados en un ambiente en el que el narcotráfico se ha convertido en un estilo de vida», señala. De los refuerzos, denuncia que «nos están engañando». «Destinaron dinero para vehículos para la lucha contra el narcotráfico, especializados para repeler las embestidas de los narcos, y solo llegaron 20 de los 70 comprometidos. Así que nos preguntamos, ¿dónde está el resto de vehículos adquiridos con el dinero destinado a la lucha contra el narcotráfico? ¿Por qué han ido a unidades que no luchan contra el narcotráfico?», censura. «No se trata», aclara, «de que pidamos más dinero; es lo que menos estamos reclamando. Lo que de verdad pedimos son más medios, tanto humanos como materiales, porque de nada nos sirve tener más dinero si no vamos a llegar vivos a casa».

Unas mejoras que la secretaria de AUGC considera fundamentales para que, por ejemplo, sea efectiva «de verdad» la inversión de más de 25 millones de euros que el Ministerio del Interior va a realizar en el SIVE (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior) en Cádiz, Algeciras y Ceuta. «La modernización del SIVE no es la solución. Van a poner más y mejores cámaras, vale, pero de qué medios humanos (refuerzos) vamos a disponer para actuar frente a esas embarcaciones, tanto de inmigrantes como de drogas, que van a ser detectadas, ¿quién va a esperarlas? Hablamos de un medio preventivo, pero no efectivo. No se trata de una fuerza efectiva», expone. No obstante, más allá de mejoras puntuales, Carmen Villanueva, al igual que reclaman plataformas como Por Tu Seguridad, Por La De Todos y ayuntamientos del Campo de Gibraltar, asegura que «la verdadera solución pasa por el reconocimiento de la provincia de Cádiz como Zona de Especial Singularidad. Demanda que lleva tiempo sobre la mesa y que busca abordar el fenómeno desde todas las perspectivas (judicial, social, seguridad, etc.), ya que, de lo contrario, solo con más refuerzos policiales, no erradicaremos el problema; tan solo asfixiaremos más aún los juzgados».

«Rezamos para que no lleguen pateras»

En el cuerpo de la Policía Nacional los ánimos no están más calmados, así se desprende de la «plegaría» de Antonio Flores, secretario del SUP de Algeciras: «Rezamos para que no comiencen a llegar pateras, porque si vienen, no sé qué vamos a hacer. Estamos al límite y, en cuanto nos entre una patera con más de treinta inmigrantes diarios, nos vamos a ver desbordados». «Los refuerzos que nos pueden venir son los relacionados con el movimiento regular de personas por los puertos de Algeciras y Tarifa. Lo que no lo está es la entrada irregular de inmigración».

“Los que se hacen cargo de esas pateras (Centro de Atención de Tratamiento de Extranjeros) son los funcionarios de Algeciras y La Línea. Es decir, no viene nadie de afuera, provocando un claro debilitamiento de esas comisarías”. “A esto”, añade, “le tienes que sumar el narcotráfico y la delincuencia común de la zona, más el Brexit”.

“La presión es brutal y no se están tomando medidas. Tan solo nos han enviado 40 funcionarios de Unidades centrales, lo que es una falta de respeto”, denuncia, subrayando que “un país tiene que luchar contra el narcotráfico, lo que no puede luchar es una comisaría local”.

Desde la Policía Nacional, el SUP de Algeciras considera «lamentables los más de 16 atentados con vehículos de gran cilindrada y que ahora, que nos pusieron unos todoterrenos, no dispongamos para mantenimiento y tengamos problemas para sacarlos a la calle».