Entrevista

Rocío Blanco: «El mercado de trabajo no se cambia por Decreto-Ley»

La consejera andaluza de Empleo asegura que «España necesita un cambio», que su compromiso «está con Andalucía» y se fija como gran objetivo que el SAE «sea útil y eficaz»

La consejera Rocío Blanco
La consejera Rocío BlancoLa RazónKiko Hurtado

Rocío Blanco se incorporó al Gobierno andaluz en 2019 como consejera de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo a propuesta de Cs y repite en esta legislatura. Licenciada en Derecho por la Universidad de Córdoba, accedió en 1993 al Cuerpo de Inspectores de Trabajo. En 1997 fue nombrada directora del Instituto Social de la Marina en Málaga y en 2012 asumió la dirección de la Tesorería General. En 2015 le fue otorgada la Cruz al Mérito Policial por la labor realizada en la lucha contra el fraude. Ahora ha pasado a reforzar la dirección nacional del Partido Popular.

¿Por qué ha decidido sumarse al proyecto de Núñez Feijóo?

Tengo un perfil muy técnico allí donde esté. Hay dos grandes valedores andaluces muy cerca del presidente Feijóo que le han convencido a él y a mi para que participe. Creo que es un proyecto ilusionante y que España necesita un cambio. Espero aportar un pequeñísimo granito de arena y cubrir las expectativas. Si de algo sé es de Empleo y la idea es trasladar la experiencia que tengo en la consejería. Me da mucha tranquilidad que esté Elías (Bendodo) allí, Juan (Bravo) y Javier Thibault, que es una cabeza privilegiada, porque rodearte de los mejores te hace un poquito mejor.

“El proyecto de Feijóo es ilusionante y espero aportar un pequeñísimo granito de arena”

El PP no apoyó la reforma laboral. En su caso, consideró que aportaba cuestiones positivas al mercado de trabajo.

La reforma de 2012 prácticamente no se ha tocado con el Real Decreto-ley 32/2021. Profundiza en la ultraactividad y la participación mayor en la negociación colectiva, pero no toca lo mollar. Lo mejor de esta reforma es que está hecha desde el consenso entre sindicatos y empresarios.

Pero meses después de su entrada en vigor, ¿cómo considera que está funcionando?

El mercado de trabajo no se cambia por Real Decreto-Ley. Tienes que propiciar las condiciones adecuadas de inversión y confianza para que esa estructura productiva cambie. Hay un trasvase de contratación temporal a indefinida y eso, en principio, es bueno, pero está teniendo unos serios lastres en productividad. Entre la contratación de fijos-discontinuos y la contratación indefinida a tiempo parcial, el 60 por ciento de la contratación que se está haciendo con la nueva reforma laboral es precaria. Y hay que sumar que la contratación indefinida dura muy poco, menos de 12 meses. Estamos viendo un aumento del pluriempleo, que se trabaja menos horas y un aumento del 902% de no superación del periodo de prueba. Hay que propiciar condiciones para estimular la contratación como la bajada del IVA, la deflactación del IRPF, la bajada de impuestos e incrementar los incentivos a las empresas. Y a todo ello hay que sumar que los fondos europeos tampoco están llegando a las empresas, solo un 20%. Por eso se está notando cierta desaceleración en la creación de empleo.

“Vamos a conocer las ocupaciones y el sector de actividad de los demandantes de empleo al milímetro»

En el caso del mercado laboral andaluz, ¿cómo se está comportando esta reforma?

Hay sectores muy dependientes de la estacionalidad como la agricultura, el turismo o el comercio, cuyo peso en el PIB es relevante, y que van a tener dificultades para adaptarse a la restricción de la contratación temporal. Esta reforma presenta un problema para el sector primario: va a afectar a las campañas agrícolas, como la de los frutos rojos y la aceituna, y a las empresas que acogen contingentes de trabajadores extranjeros, que ahora deben hacer un contrato fijo discontinuo, suponiendo ello graves problemas de gestión de cara a futuros llamamientos.

Ha anunciado una transformación del SAE, una agencia con más de 3.000 empleados, casi 200 oficinas, 14 convenios colectivos, trabajadores incorporados tras varias sentencias judiciales y que solo gestiona el 3% de las contrataciones en Andalucía. ¿Es recuperable?

El SAE tiene que ser una plataforma útil y eficaz. Estamos trabajando en mejorar el encuadramiento, la intermediación y la orientación. Vamos a ordenar los recursos humanos y materiales del SAE y desarrollar un perfilado estadístico para adelantarnos a lo que necesita el tejido productivo. Vamos a conocer las ocupaciones y el sector de actividad al milímetro: si hay un señor que es jardinero en Bormujos, si en su localidad hay trabajo en ese sector o si necesita formación. Hemos empezado con 20 oficinas pilotos, estamos formando al personal del SAE y ahora mismo estamos trabajando con un universo de 230.320 demandantes de empleo y queremos extenderlo a todo el universo.

En el Parlamento apuntó que el nuevo modelo de formación profesional para el empleo avanza pero que aún tiene margen de mejora. ¿Cuándo estará a pleno rendimiento?

Nos encontramos con una situación difícil cuando llegamos, con casi 2.000 expedientes pendientes de reintegro y 380 millones. Hemos cambiado el modelo en el fondo y en la forma a través de licitaciones que se pagan una vez recibido el servicio, lo que reduce el peligro de fraude. Comenzamos con una licitación piloto de 750.00 euros y luego lanzamos otra de 41 millones y otra más de 56,6. Tenemos cierta velocidad pero teníamos una maquinaria obsoleta. Ahora hay formación en Andalucía, es gratuita y es la que el tejido productivo nos indica a través de las mesas sectoriales que tenemos en las provincias. No es la misma formación la que se necesita en Huelva que en Almería. Hemos sacado formación en construcción, en digitalización, hostelería o 5G y vamos a sacar proyectos singulares que nos han pedido empresas del Málaga TechPark sobre ciberseguridad, Inteligencia Artificial o de computación en la nube.

Han dado ayudas por el 0,6 por ciento del PIB andaluz, pero ¿cómo evalúan su resultado?

Está planteado en nuestro plan director y evaluamos cada línea de ayuda internamente y con los sectores productivos para comprobar qué línea debemos mantener, si debemos mejorarla o retirarla. Por ejemplo, las ayudas al mantenimiento del empleo, que fueron 150 millones, hemos comprobado si se ha mantenido el empleo 4 meses después. Los recursos públicos son muy limitados y hay que acertar con lo que estás haciendo.

En época de bonanza económica la tasa de paro no bajó del 11% y en plena crisis alcanzó el 37%. ¿El paro en Andalucía es un hecho diferencial?

Todavía existe un paro estructural en Andalucía y no se puede erradicar en una legislatura, pero no siempre ha sido así: Andalucía, en 1860, tenía el PIB más alto de España y la renta per cápita era superior a Madrid y el País Vasco y casi al nivel de Cataluña. Por tanto, Andalucía no ha sido siempre una comunidad maldita con el paro estructural. Tenemos una tasa de desempleo juvenil del 33,5%, que ha bajado en el último 13 puntos, pero la seguimos teniendo. Y una tasa de temporalidad del 28,5%, que ha bajado 9 puntos. Creo que la formación tiene mucho que aportar ahí y estamos implantando una nueva filosofía: no somos una comunidad subsidiada sino que Andalucía cree en ella, es un cañón, está muy poco ideologizada y trata que el mérito y la capacidad sea lo que prime en el mercado de trabajo.

Andalucía es la comunidad con más autónomos. ¿Hay una burbuja o cree que es sinónimo de emprendimiento?

Se intenta estigmatizar el liderazgo de Andalucía en autónomos. No niego que haya un porcentaje de falsos autónomos o que lo sean por necesidad, pero lo ha habido siempre y en todas las comunidades autónomas. Creo que en Andalucía se está creando un sistema favorable al emprendimiento y estamos siendo una comunidad amable para los autónomos. Según un estudio que hicimos el año pasado, solo el 0,19% de los autónomos son dependientes y los falsos autónomos son el 2,2% –unos 12.000 en Andalucía–. Quitando socios de cooperativas, administradores de sociedades o familiares colaboradores, hay en torno a un 65,5 por ciento de emprendedores y pueden ser la semilla de una pyme o de una gran empresa.

Como en materia de impuestos, ¿quieren competir con Madrid también en liberalización de horarios comerciales?

Tenemos una relación muy cercana con el sector comercial y ellos no quieren una liberalización. Con la apertura de horarios en Semana Santa, en Navidad o con las zonas de gran afluencia turística que determinan los municipios y con los 16 festivos de apertura al año para las grandes superficies es suficiente. Hay un consenso en todas las partes y no es necesario moverlo.

El Centro de Orientación, Emprendimiento, Acompañamiento e Innovación para el Empleo (COE) se situará en Sevilla. Va a haber 20 en toda España, uno por comunidad autónoma, más Ceuta, Melilla y otro de carácter nacional. En el caso de Andalucía, ¿va a duplicar estructuras?

Es un proyecto predeterminado por el Gobierno de España y creemos que va a tener unas líneas de trabajo fundamentales para dar relevancia a la formación y evaluar la orientación y formar a nuestros profesionales.

¿Esa estructura quién la paga?

Habrá que dotarlo de personal y cuando se acaben los fondos europeos quedará a cargo de los presupuestos de cada comunidad autónoma. Hemos pedido que se dote a través de las Conferencias Sectoriales.

La pandemia obligó a digitalizar y recurrir a robots para gestionar ayudas. ¿Continuarán en esa línea?

Es un camino que ha llegado para quedarse. Comenzamos con 17 robots y acabamos con 64. Hay muchísimo trabajo para que los requisitos puedan robotizarse, de hecho, tenemos pizarras en los despachos para diseñar el modelo, pero nuestros funcionarios no pueden estar para consultar bases de datos. Con este sistema, llegamos a hacer 2.500 expedientes en un día, el trabajo de 238 funcionarios que no los tenemos ni en toda la Consejería.

Por acabar como empezamos, ¿se ve en Madrid haciendo el viaje que han hecho Elías Bendodo y Juan Bravo si Feijóo llega al Gobierno de España?

No, para nada. Creo que he llegado al límite y me debo a Andalucía. Ellos (por Bendodo y Bravo) ya no tienen responsabilidad de Gobierno aquí y en mi caso aportaré un pequeño granito de arena. De hecho, he aceptado esta responsabilidad porque no me va a distraer de mi ocupación principal en la Consejería.