Nuevos entes para crear una industria cultural y precios «públicos» en los museos de Andalucía

El consejero Arturo Bernal trabaja en una revolución para adaptar la Cultura a los nuevos tiempos y parámetros socioeconómicos. La Consejería plantea el paso de «una amalgama de sectores» a la conformación de «una industria». No se trata de «comercializar» en sí mismo sino de crear «una estructura de primer nivel», según expuso el titular de Turismo, Cultura y Deporte en un encuentro con la prensa en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC). Entre las novedades que se plantean está la creación o adaptación de nuevos entes como institutos o programas –uno por provincia pero para toda la región–, el cobro en los museos –para dotar de valor a la oferta– y la creación de un Libro Blanco de la Cultura y de un Consejo Andaluz de la Cultura. Se trata de un planteamiento rupturista hasta la fecha para el que la Consejería pide «tiempo» para «evaluar los resultados».

De entrada, la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte contará con tres nuevos institutos culturales: el Instituto Andaluz de Artes Plásticas Visuales, el Instituto Andaluz del Cine y el Instituto Andaluz de Artes Escénicas y Musicales, anunció el consejero Arturo Bernal. El de Artes Plásticas y Visuales tendrá su sede en el Museo de la Aduana de Málaga y nace «con el compromiso de crear y apoyar programas y propuestas que fomenten el conocimiento y acercamiento de la sociedad a los artistas visuales, galerías, críticos de arte y comisarios». Los del Cine y Artes Escénicas y Musicales tendrán sede en el Estadio de La Cartuja de Sevilla. El primero tendrá como competencias las de legislar, conveniar, la gestión de ayudas y el apoyo al sector del cine como generador de riqueza en Andalucía; y el segundo, «acompañar y apoyar las artes escénicas, trabajando para dar respuesta a un sector dinámico y cambiante». Asimismo, la Junta potenciará su centro de creación, con diferentes sedes en Andalucía, principalmente Sevilla y Granada, y que funcione en Red con otros espacios, nacionales e internacionales. Estos tres nuevos institutos se crearán sobre las respectivas direcciones en estas materias ya existentes en la Agencia Andaluza de Instituciones Culturales y sus directores serán seleccionados mediante concurso público, al igual que viene sucediendo con el Centro Andaluz de las Letras y el Instituto Andaluz del Flamenco. Asimismo, se adaptarán direcciones existentes para dotar de institutos o programas a cada provincia. Así, el flamenco en Jerez, el arte sacro en Antequera, la prensa en Huelva, el patrimonio culinario en Jaén, un centro de formación de cine en Cádiz o la fotografía en Almería.

El objetivo de la Consejería pasa por lograr una «representación de lo andaluz»; que la cultura tenga un impacto socioeconómico, es decir, que «sea sostenible»; y la universalización. La Consejería, unida a Turismo, tratará de aprovechar la sinergia que supone que más de 30 millones de personas visiten la comunidad al año. Actualmente el sector se compone de 30.000 pequeñas empresas (muchos autónomos) que generan 60.000 empleos.

Bernal destacó la «capacidad transformadora de la cultura» como principal fin. El plan de la Consejería aborda «la capilaridad territorial»; «la cultura contemporánea inundando todo»; y la «marca Andalucía». «El reto es posicionar Andalucía nacional e internacionalmente a la vanguardia, siempre con proyectos de primer orden», señaló Bernal.

La Consejería vienen trabajando en mesas sectoriales que tendrán como resultado en primavera («marzo o abril») la confección de un «Libro Blanco de la Cultura», que «defina al sector, sus debilidades, fortalezas y oportunidades» y que se está realizando en colaboración con los agentes culturales en todas las provincias.

Se busca, asimismo, la «dinamización de los museos» con actividades diversas en los mismos como conciertos o lecturas. Para 2023 se pretende plasmar –«lo que no tiene precio no se le da valor» y además «no entra en los canales de distribución»– el cobro de una entrada cuya cuantía se tendrá que definir pero serán «precios públicos populares».

Un Consejo Andaluz de la Cultura, que será un órgano público-privado, actuará como «aglutinador de la industria» con «una participación permanente». Se trata –dijo Bernal– de «nuevas directrices» y de «actualizar, reorganizar la estructura». Se llevaba «15 años sin convocar a los sectores», señaló la Consejería, por lo que la acogida está siendo «muy buena». Bernal puso como ejemplo la mesa de literatura en El Puerto en la Fundación Alberti, que «estaba a punto de liquidarse» y ha sido «reflotada por la Junta».