"El bloc"

La Ley y el lío

“Los ministros de Pedro Sánchez se están aplicando en la suelta de violadores al (des)amparo de la llamada ley del ‘Sólo sí es sí’ que se adjudica a Irene Montero”

La Ministra de Igualdad, Irene Montero, este jueves en el Senado en Madrid. En medio del choque entre Igualdad y los jueces por las rebajas de condenas a delincuentes sexuales, este jueves coinciden en la inauguración del VIII Congreso del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género
La Ministra de Igualdad, Irene Montero, este jueves en el Senado en Madrid. En medio del choque entre Igualdad y los jueces por las rebajas de condenas a delincuentes sexuales, este jueves coinciden en la inauguración del VIII Congreso del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de GéneroAlberto R. RoldánLa Razón

El carajal legislativo del Gobierno en este agitado final de cuatrienio mandaría al frenopático al más avezado de los juristas. Para tapar, quizá, el escándalo del traslado de etarras desde prisiones como el legendario Penal del Puerto a confortables resorts gestionados por sus hermanos en RH negativo del PNV, los ministros de Pedro Sánchez se están aplicando en la suelta de violadores al (des)amparo de la llamada ley del ‘Sólo sí es sí’ que se adjudica a Irene Montero pero que defendió ante las Cortes el ministro Campo, ursaonense recriado en Cádiz a quien bastó un improperio de Pablo Iglesias para acallar sus iniciales objeciones. El presidente le agradeció el papelón con un cese fulminante. Al fondo, refulgen los indultos a los sediciosos catalanes porque todavía no le han customizado el asunto de la malversación, que beneficiará de forma tangencial a un José Antonio (¡¡presente!!) Griñán que se resiste a presentarse en el talego porque también espera su correspondiente gracia. Terminará, a este paso, siendo más grave arrimarse a la vecina en el ascensor que distraer unos millones del erario. ¡Caramba con la proporcionalidad! Siempre que el dinero no sea «p’asar una vaca», sino para impedir la alternancia democrática. Que con el dinero de todos se compren millares de votos para mi partido no es robar, hombre, es redistribuir la riqueza… a mi antojo y entre mi electorado. Y todos pendientes, o sea, de lo que dice mi querido Agustín Martínez al respecto de los recursos de su selecta clientela, porque uno no sabe ya a qué manada defiende el mediático abogado: si a la de Pamplona o a la de San Telmo o se ha amigado con Del Nido, al que debeló con valor legionario en tiempos heroicos, para desalojar a Pepe Castro de la presidencia del Sevilla.