
Agricultura
El mercado estadounidense se cierra al pimiento almeriense justo antes de la llegada de Trump
Coexphal advierte del “inesperado” movimiento en las fronteras “sin previo aviso” a los productores

Ante la llegada de Trump a la Casa Blanca podía atisbarse un endurecimiento comercial de la aduana estadounidense, pero nunca tan pronto. El pasado jueves la asociación de organizaciones de productores de frutas y hortalizas de la provincia de Almería, Coexphal, recibió la comunicación de cierre de fronteras de los Estados Unidos a la ventana de exportación del pimiento español, «un jarro de agua fría, ya que se ha hecho un gran esfuerzo por cumplir con toda la normativa establecida en el protocolo de exportación y ahora hemos visto todo eso interrumpido», como valoró su gerente, Luis Miguel Fernández. «A las pérdidas económicas registradas, se suma también la ruptura de los acuerdos comerciales que las empresas tenían con sus clientes estadounidenses, algo que para la reputación del sector es muy preocupante», explicaron desde Coexphal, ya que «se trabaja a diario para que esto no suceda».
El «inesperado cierre» se ha producido «sin previo aviso», manifestó Fernández, convencido de que «se han cumplido de forma estricta todos los procedimientos requeridos a las comercializadoras», que habrían «siempre respondido de forma rápida y eficaz, poniendo todos los esfuerzos en implementarlos». De hecho, según los datos de la asociación, desde el 1 de diciembre hasta el cierre de las fronteras «se han enviado al mercado americano alrededor de un millón de kilos de pimiento».
Si bien «a comienzos de mes la Administración estadounidense comenzó una nueva negociación para implementar nuevas medidas de control de exportación de cara a la próxima campaña 25-26», el cese se ha producido de forma abrupta y sin «ningún tipo de explicaciones». Los productores almerienses han iniciado una serie de acciones para revertir cuanto antes la situación, poniéndose en contacto con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) a través de la Consejería de Agricultura de Andalucía y de Fepex. «Demandamos una actuación inmediata de cara a recuperar esta ventana de exportación que lleva poco más de un mes abierta», indicó el gerente de Coexphal, porque «queremos conocer los detalles de este cambio repentino» que puede dejar fuera de ese destino alrededor de otro millón de kilos de pimiento hasta el 30 de abril, fecha prevista para el fin del periodo de exportación si se restaura la comercialización con el continente americano.
En este sentido, la reapertura de la venta de exportación de pimiento, tras diferentes detecciones de la denominada mosca mediterránea de la fruta, la «Ceratis capitata»; llegaba hace justo un año y después de que las empresas costearan una red exterior de más de dos mil trampas para cumplir las exigencias de las autoridades aduaneras estadounidenses, así como tras la negociación llevada a cabo por el MAPA, Fepex, Agrocolor.
«El punto de control fronterizo almeriense ha trabajado, incluso fuera de su horario oficial, para darnos servicio en estas exportaciones», destacó el representante de las comercializadoras almerienses, agradeciendo a la Subdelegación del Gobierno en Almería haber estado «pendiente y disponible en todo momento para atender a todas las empresas que enviamos género a Estados Unidos y Canadá». Y es que Coexphal entendió el mercado americano como estratégico, por «fortalecer a todo el campo almeriense en cuanto a la seguridad alimentaria que ofrecemos, para cumplir los requisitos de un país tan exigente como Estados Unidos».
De este modo, preocupación en la agricultura por un cierre de fronteras estadounidense que nada tiene que ver con la facilidad con la que Marruecos supera los cupos de entrada de sus tomates en la Unión Europea. La organización agraria COAG ha cifrado en 71,8 millones de euros el valor de las importaciones sin liquidar aranceles desde 2019, señalando un «delito fiscal» contra el que estudia «recurrir a los tribunales», como denunció su responsable nacional de frutas y hortalizas, Andrés Góngora.
Así, si el acuerdo permite importar 285.000 toneladas de tomate marroquí al territorio comunitario sin arancel –entre octubre y abril– y siempre que el precio de entrada sea superior a los 46 euros/cien kilos, COAG apuntó que en realidad Marruecos envía 500.000 toneladas, lo que «quiere decir que 230.000 o 240.000 deben pagar tasas arancelarias» y, según Góngora, no se están liquidando. En este sentido, COAG estudia recurrir al Tribunal de Cuentas europeo, para exigir que los Estados miembros promuevan el pago aduanero, así como denunciar ante el Tribunal de Justicia de la UE, por el perjuicio a los productores y a los ciudadanos. Asimismo, una tercera vía sería dirigirse a la Comisión Europea y pedir en el ámbito de Competencia que se investigue la «venta a pérdidas», pues en la práctica, las importaciones de tomate de Marruecos se pueden vender más barato en la UE compitiendo con las producciones españolas o francesas, «lo que se está viendo en los precios bajos en mercados como el de Perpiñán», indicó Góngora.
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